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Educación inclusiva en casa

Júlia Ribera, una joven de Alentorn con discapacidad visual que utiliza una telelupa para estudiar.

Júlia Ribera, una joven de Alentorn con discapacidad visual que utiliza una telelupa para estudiar.J.RIBERA

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Cerca de medio centenar de alumnos leridanos con ceguera o discapacidad visual grave continúan estudiando estos días de forma telemática, adaptando sus recursos educativos tras el cierre de las escuelas por la crisis del coronavirus. Núria Llovet es una de las profesoras del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Lleida, donde actualmente atienden a 49 estudiantes de todos los cursos, desde Educación Infatil a la Universidad o Ciclos Formativos. “Para los mayores es más fácil trabajar desde casa porque ya están acostumbrados a usar las nuevas tecnologías: envían los deberes por correo electrónico y se comunican a través de Whatsapp”, explica Llovet, quien apunta que los estudiantes disponen de ordenadores con lectores de texto, lupas de sobremesa o programas que pueden leer en voz alta los ejercicios de matemáticas, entre otros ayudas visuales. En cuanto a los niños de dos o tres años, “todavía son demasiado pequeños para utilizar este tipo de recursos, así que estos días recomendamos a los padres que, dentro de lo que permita el confinamiento, intenten mantener una rutina y sigan inculcándoles ejercicios de autonomía personal como asearse o vestirse”. Los profesores de la ONCE, “estamos en contacto telemático con los tutores de los estudiantes, a los que asesoramos para garantizar que todos los materiales y recursos estén adaptados correctamente”. Una de estas alumnas con discapacidad visual es Júlia Ribera, una vecina de Alentorn que está cursando cuarto de la ESO y que explica que “durante el confinamiento sigo asistiendo a clases por Skype, igual que si estuviéramos en el aula”. Asegura que “como me cuesta un poco más seguir un horario, durante el confinamiento trabajo por objetivos, lo que significa que un día me marco como meta hacer una redacción de francés, otro los deberes de matemáticas, etc.”. Respecto a las restricciones de movilidad, explica que “hay días que lo llevo mejor que otros, pero por suerte de vez en cuando puedo salir al jardín a tomar el aire”. En el conjunto de Catalunya, la ONCE atiende a un total de 1.140 estudiantes que están estudiando en centro escolares ordinarios. Su departamento de Educación garantiza que todos los recursos, incluso las herramientas tecnológicas, estén debidamente adaptados a sus necesidades.

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