«Estamos en situación de poder asumir otro pico de ingresos»

El encargado de coordinar la actuación del hospital Arnau de Vilanova ante la actual pandemia indica que no hay ningún tratamiento eficaz contra este virus y dice que ahora está llegando más material para el personal

¿Qué nivel de presión asistencial soporta ahora el Arnau?.

Estamos fuera del pico inicial, llevamos casi una semana muy estable, con un número casi invariable de entrada y salidas.

¿Han llegado a estar desbordados en algún momento?

No es que hayamos estado desbordados, hemos podido estar al límite hace 10 o 12 días, cuando estábamos en el pico ascendente. Agradezco a todo el personal su gran esfuerzo para sobrellevarlo.

¿Han tenido que llegar a seleccionar quién ingresaba en la UCi?

No, en absoluto, se ha atendido siempre lo que correspondía en el aspecto clínico, ni más ni menos. No nos hemos visto en una situación como en Italia.

¿Están preparados para un posible rebrote?

Desde el primer momento formamos equipos interdisciplinares más allá de intensivos, medicina interna, neumología y urgencias, con otras especialidades, y ha servido para sobrellevar la situación de forma equilibrada. Lo mantenemos y estamos en una situación bastante correcta para asumir un nuevo pico, pero no sabemos si lo habrá, ni tampoco cuánto durará lo que hay ahora, ni si habrá un repunte en otoño.

Tras más de un mes atendiendo a enfermos, ¿hay algún tratamiento que demuestre ser eficaz?

Hoy por hoy, no existe ningún tratamiento específico eficaz, más allá de los resultados que creo que en un par de semanas empezaremos a saber de trabajos metodológicamente correctos. En determinadas circunstancias, principalmente en el paciente crítico, uno intenta buscar lo que tiene a mano siempre en beneficio del enfermo y con su consentimiento. El resto de situaciones se tratan a valoración del profesional que lleva al enfermo y se le aplica lo que es menos dañino. Lo fundamental es el tratamiento de soporte. Primero, una buena hidratación. Segundo, tratar la fiebre y la postración. Tercero, una buena profilaxis antitrombótica, porque hemos visto que esta es una entidad [el virus] que amén de infecciosa genera trombosis y da problemas vasculares e isquémicos. Esta profilaxis también ayuda a bajar la inflamación, sobre todo en pacientes más graves en los que se forma una cascada inflamatoria que provoca una insuficiencia respiratoria severa. Y cuarto, el soporte ventilatorio, con una buena oxigenación, aunque a veces hay que acabar con ventilaciones muy invasivas y, en los casos más graves, en intubación. El tratamiento de soporte ayuda a sobrellevar el virus, pero el problema con los virus es que tienen pocos tratamientos específicos.

Médicos que investigan este virus ven casi imposible tener una vacuna antes de un año.

Más allá de lo que queramos todos, es difícil conceptuar que vamos a tener esa vacuna a corto y medio plazo. Por otra parte, en la gripe cada año la vacuna es diferente porque el virus cambia.No sabemos si tendremos repuntes en el invierno, con lo cual una vacuna eficaz para lo que tenemos ahora podría no serlo para lo que pueda venir. Hay que trabajar para tener una vacuna, pero no sabemos si cuando la tengamos servirá para lo pasado, para el futuro o la convivencia de ambos.

El personal ha denunciado falta de material de protección.

Los materiales que se han utilizado son los que se han dispuesto en cada momento. No es una cuestión de Lleida, sino de todo el país e incluso a nivel mundial. Todo que hemos dispuesto se ha distribuido entre el personal.

Pero, ¿ha faltado?

Lo idílico nunca se da en nada, pero lo que se disponía se ha distribuido siempre, intentando ser cautos, porque a veces no es cuestión de ponerse 50.000 capas, sino la indumentaria que toca, y no es lo mismo la de la UCI, que se ha procurado que estuviera bien dotada, que una sala de hospitalización. Ahora cada vez entra más material, hay mucho más y no es lo que pasaba hace mes y medio.

Los sindicatos denuncian que ha habido más contagios entre los sanitarios que en otros países.

Estos datos hay que tratarlos con cautela, porque dependiendo de la metodología son muy variables. Difícilmente se pueden comparar, porque no conozco la situación de otras instituciones [hospitales] en otros países. Intentamos que el personal, que ha sido siempre la primera prioridad además del enfermo, no se vea comprometido, porque es el elemento básico para atender a los enfermos.

¿No han sido los hospitales un centro de contagios?

No aplicamos lo que hicieron los italianos, que les generó un problema. Hemos intentando preservar el ámbito hospitalario procurando que no circulara aquello que no era conveniente ni necesario y hacer una sectorización clara entre infectados y no infectados, para evitar brotes dentro de instituciones.

¿Han empezado a recuperar actividad quirúrgica suspendida?

Ya empezamos a hacer algunas cosas para reconducir progresivamente la actividad, en especial de los pacientes oncológicos. Simplemente estamos a la espera de 7 o 10 días, ya que no sabemos si nos enfrentaremos a un segundo pico por la vuelta a la actividad de la población.

¿Podrían agrupar los pacientes de coronavirus en un hospital y destinar otro a los demás?

Nuestra visión siempre ha sido la de agrupar, pero el volumen de pacientes ha sido demasiado alto. En el Arnau estamos agrupando para dejar la Covid en 2 salas o como mucho 3, porque es la manera de disponer de personal específico y poder dar descanso a los profesionales de primera línea, que están agotados física y emocionalmente. Después iremos dejándolos solo en un centro.

Usted se contagió y estuvo ingresado. ¿Puede explicar su experiencia?

Esta infección te deja muy abatido, baldado, puedes dormir pero no tienes sensación de descanso. He tenido una pérdida de olfato y gusto que crea cierta aversión a los alimentos, lo que va unido a una pérdida de peso sustancial, en mi caso de entre 10 y 13 kilos. Tienes una fiebre que no te abandona y da muchos escalofríos, siempre aparecía a las mismas horas y entonces no podías levantarte de la cama. Ha sido difícil, y lo primero que hice cuando volví fue agradecer a todos mis compañeros que me han ayudado a sobrellevarlo.