ESNOTICIA
«Lo mejor son las videollamadas con los amigos”
Arnau Gaset
La adolescencia es una etapa de la vida en la que la independencia y separación del adulto es vital. Algo que se ha perdido a causa del confinamiento, donde adolescentes y adultos se ven obligados a una convivencia que puede generar tensiones en el seno familiar y sentimientos como ahogo y frustración en el caso de los jóvenes. La OMS considera que la adolescencia es el periodo que va entre los 10 y los 19 años. Contemplando esta franja de edad, en las comarcas leridanas hay cerca de 44.400 adolescentes, según el Institut Català d’Estadística de Catalunya (Idescat). Los expertos se han volcado desde el inicio del confinamiento a aportar pautas y recomendaciones para evitar efectos negativos en los adolescentes por la actual cuarentena, que pueden ir desde la frustración, la ira o la irritabilidad hasta problemas de sueño, de conducta o alimentarios.
Al respecto, la psicóloga Cristina Vidal, directora del Centre Integral Psico de Lleida, señala que la adolescencia es una etapa de cambio en la que “se tiende a discutir y cuestionar la autoridad”, lo que, añade, puede dificultar el confinamiento. “En esta etapa de la vida los padres ya no somos los favoritos, por lo que tenemos que buscar el equilibrio para una buena convivencia”, explica Vidal. Para ello, aconseja sobre todo respetar espacios y tiempos. “Su habitación es su refugio, es sagrada”, resalta la psicóloga. También aconseja reducir expectativas, como la evolución académica, gravemente afectada al verse interrumpido el curso, así como apostar por la “pedagogía del pacto”. Según Vidal, los padres deben pactar y negociar con sus hijos adolescentes las rutinas, como podría ser el uso de las pantallas para evitar un abuso, establecer actividades diferentes de lunes a viernes y los fines de semana, además de ser más flexibles con las normas para no generar “frustración ni agobio”. Para Vidal, el confinamiento puede ser una oportunidad para explorar las relaciones familiares y entender que vivimos “un momento excepcional, al que nos adaptaremos y del que saldremos más fuertes”.
¿El confirnamiento es más difícil para los adolescentes?
Es una etapa de cambio donde se busca la distancia con los adultos, por lo que el confinamiento con los padres puede alterar este objetivo. Pero los adolescentes son capaces de adaptarse a los cambios y sin ningún problema siempre que respetemos su espacio y seamos capaces de ser flexibles.
¿Qué pautas hay que seguir?
Es muy importante apostar por la pedagogía del pacto, negociar las rutinas diarias e incluso de ocio, y dejarles su espacio para que continúen relacionándose con sus amigos de una manera virtual. No podemos imponer, sino buscar un equilibrio para una buena convivencia.
¿Los adolescentes están concienciados sobre el coronavirus?
Tienden a pensar que son invencibles, que nada les puede pasar, por lo que es importante recordarles las medidas de protección como el lavado de manos, la distancia social y el uso de mascarillas.
¿Puede haber un abuso de pantallas durante la cuarentena?
Es su ventana al mundo, por lo que es importante pactar usos y horarios. Un abuso podría hacer que no duerman bien, lo que afectaría a la irritabilidad y esta, a la convivencia.
¿Es una oportunidad para las familias?
Sí, podemos escucharles y conocernos mejor como familia.