ESNOTICIA
Peluquería a distancia o amateur
Ante el cierre de estos locales por la pandemia, peluqueras ofrecen consejos por teléfono o whastapp a sus clientes sobre qué tinte comprar en el supermercado o hacen seguimiento con fotos de los tratamientos || Hay personas que se rapan o se dejan cortar el cabello en casa por un familiar
Con las tragedias que están viviendo muchas familias por la pandemia de la Covid-19, no poder teñirse las canas o cortarse el pelo en una peluquería parece una cuestión menor. Pero lo cierto es que preocupa a muchas personas y prueba de ello es que las peluqueras, pese a tener cerrados sus negocios con el consiguiente crack para sus bolsillos, están recibiendo estos días múltiples llamadas y whatsapps de clientas que les piden consejo para saber qué tinte comprar en el súper y cómo aplicárselo, por ejemplo. Los más osados incluso se autorrapan o hacen de peluqueros amateurs con sus familiares Y si el resultado no es satisfactorio, no hay problema porque el confinamiento impide que puedan lucir su nuevo ‘look’ por la calle.
Muchas peluquerías bajaron la persiana por su cuenta para evitar el riesgo de contagio al no poder garantizar una distancia de seguridad con los clientes, antes de que el Gobierno central decretara su cierre. De hecho, al principio las calificó como servicios esenciales y permitía su apertura, aunque rectificó tras las críticas generalizadas. Siguen sin poder abrir y solo están permitidos servicios a domicilio en casos muy puntuales. Ante esta situación, cada peluquera juega sus cartas como puede. Algunas, como explica Sonia Nolasco de Marcel Perruquers, eligen por teléfono el número de tinte que necesitan las clientas, que les llaman cuando están en el supermercado. Asegura que la mayoría de consultas que reciben están relacionadas con los tintes y que muchas personas les piden que las apunte para cuando puedan abrir de nuevo, así que ya tienen lista de espera. No obstante, cree que volver a la normalidad será “muy complicado”. Yolanda Molina, de Torregrossa, ofrece a sus clientes la opción de llamarla o enviarle fotos “para ayudarles”. Destaca que con el confinamiento “hay problemas de picores del cuero cabelludo, eccemas y caída de pelo. Les hago un seguimiento y recomiendo productos que pueden adquirir en una web o les planteo alternativas naturales, como aceites”. “Les ayudo también a comprar el tinte que necesitan y les digo cómo aplicárselo”, añade. Mientras, se va formando para volver al trabajo.
Consideran que la vuelta a la normalidad será “muy complicada” y piden un protocolo a Sanidad
Precisamente para cuando puedan reabrir, sea cuando sea, la Plataforma de Peluqueros Unidos de España está difundiendo recomendaciones para garantizar la seguridad de trabajadores y clientes (ver desglose). Asimismo, la Federación Catalana de Peluquería y Estética pide a la población que “renuncie porque no son de primera necesidad” y pide que nadie ejerza. “Un contagio nos restaría credibilidad ante la clientela”, subraya, y pide un protocolo a Sanidad.
Turnos, distancias, mascarillas y material esterilizado
El protocolo para peluquerías y salones de estética difundido la Plataforma de Peluqueros Unidos de España recomienda que cuando se reinicie la actividad se trabaje por turnos y tomarse la temperatura antes de entrar, así como que el uniforme y el calzado no estén en contacto con el exterior. Usar mascarilla, o incluso una máscara que cubra toda la cara, y guantes (o un lavado constante de manos con desinfectante). Tomar la temperatura a cada cliente antes de acceder al local y anular la cita si tiene fiebre. Si no, rociarle las manos con gel desinfectante y darle guantes, mascarilla, una bata desechable y patucos. También insta a guardar las chaquetas en plástico y aisladas. En tratamientos de estética incompatibles con el uso de mascarilla, recomienda retrasar 14 días la cita a los clientes con una temperatura de más de 37,5 grados o descartarla si manifiestan que han tenido fiebre antes o han estado en contacto con un positivo en coronavirus. Determina una distancia entre los clientes de 1,5 o 2 metros, propone colocar una bandeja o alfombrilla con líquido desinfectante para el calzado y desinfectar cada día todo el local y esterilizar el material, como tijeras o peines. Incluso plantea cobra un suplemento para compensar todas las medidas higiénico sanitarias que deberán tomar.