CORONAVIRUS SALUD
Anorexia y bulimia en cuarentena
El hospital Sant Joan de Déu mantiene las atenciones a 36 adolescentes leridanos de 9 a 18 años con trastornos alimentarios || Aumento de la “fijación” con el aspecto físico al no salir de casa
El confinamiento ha obligado a las personas con trastornos alimentarios a afrontar la situación desde casa y con unos parámetros nuevos al suspenderse prácticamente todas las visitas presenciales en los centros de atención. Pero continúan con el tratamiento por vía telemática y con una guía de recursos facilitadas por los profesionales para combatir los efectos de la cuarentena en estos pacientes, sobre todo en los adolescentes. El área infantil y juvenil del Hospital Sant Joan de Déu de Lleida atiende a 36 adolescentes de entre 9 y 18 años con trastornos alimentarios, la mayoría por anorexia, pero también algunos padecen bulimia y otros asociados a patologías como la depresión y el trastorno del espectro autista. Una treintena hacen seguimiento en el Centre de Salut Mental i Juvenil (CSMIJ) y otros seis, en el hospital de día, donde acuden a hacer las comidas diarias.
La directora del área infantil y juvenil del Hospital Sant Joan de Déu de Lleida, Vanessa Pera, explica que durante el confinamiento estos adolescentes, como los que no tienen ningún tipo de trastorno, pueden estar más ansiosos e irritables y que el hecho de no poder salir a la calle “les haga estar más obsesivos con su aspecto físico, llegando incluso a negarse a comer porque no lo queman”. Sin embargo, los profesionales se han sorprendido de su evolución durante su confinamiento, ya que ha aumentado la comunicación familiar y han sido capaces de adaptar las rutinas establecidas por los profesionales al tener que suprimir las visitas presenciales, que solo se mantienen en casos urgentes. Los profesionales combinan turnos para mantener las medidas de seguridad y atienden a usuarios y familias por videoconferencia y por teléfono. El hospital Sant Joan de Déu tiene una cuenta en Instagram con pautas para pacientes con trastornos alimentarios.
Los profesionales orientan en las rutinas a llevar a cabo en casa durante la situación de confinamiento por Covid
VANESSA PERA
HOSPITAL SAN JOAN DE DÉU LLEIDA
¿La anorexia y la bulimia afectan más a las adolescentes?
El 20% de los pacientes que atendemos en la unidad de Lleida son chicos. En cambio, en el hospital de día, con un seguimiento más intensivo, solo hay pacientes femeninas y se trata de adolescentes de 16 a 18 años.
¿Cada vez se detecta a una edad más temprana?
Hemos tenido usuarios con anorexia de 7 años. Sí que hemos detectado un aumento de los casos a los 12 años, cuando pasan de Primaria a Secundaria, y a los 16.
¿Qué causas hay detrás de un trastorno alimentario?
Pueden ser múltiples desde genéticas a problemas de trastornos afectivos. También hay causas ambientales, como el sobrepeso o haber sufrido bullying. La mayoría de los casos empiezan a controlar la alimentación, lo que no alerta a las familias, hasta que finalmente restringen tanto la comida que pueden pasar solo con agua. Al ser la adolescencia una etapa de cambios, la detección puede ser muy tardía y debería ser más precoz para actuar cuanto antes.
¿Cómo viven el confinamiento?
Sobre todo nos consultan si van a engordar porque no pueden salir a la calle. Pero lo están llevando bien con las pautas que ofrecemos los profesionales a las familias. No son diferentes a otros adolescentes, por lo que pueden estar más ansiosos e irritables, pero el confinamiento puede ayudar a aumentar la comunicación en la familia.
¿Es bueno el tiempo en familia?
En estos casos, la familia está en casa y se puede detectar antes. Y, además, podrán compartir hábitos y rutinas cotidianas como la alimentación.