Estos son los datos que usará el Gobierno para la desescalada
El Gobierno utilizará la evolución de los contagios y otros parámetros sanitarios para decidir el avance en el desconfinamiento, pero también recurrirá a datos de movilidad, de ERTE, afiliación a la Seguridad Social o consumo de energía eléctrica durante el proceso de desescalada. El Ejecutivo ha hecho público el panel de indicadores que se estudiarán para establecer cómo las provincias y las islas avanzan hacia lo que denomina "nueva normalidad".
En el ámbito epidemiológico se evaluarán diariamente los siguientes indicadores generales: número de casos con síntomas compatibles con COVID-19, número de casos confirmados por laboratorio (no hospitalizados, hospitalizados, ingresados en UCI, fallecidos y número de casos y fallecidos en residencias de mayores) y número de PCR realizados.
Se tendrá en cuenta el volumen de profesionales de servicios de vigilancia epidemiológica dedicados a la respuesta al coronavirus en relación al número de casos diarios detectados. También se analizarán indicadores específicos para la evaluación de la detección temprana de casos, del aislamiento precoz de casos confirmados y del control de contacto de los contagios confirmados.
Entre esos parámetros están el porcentaje de los casos con síntomas compatibles con la enfermedad en los que se ha realizado prueba diagnóstica, el tiempo entre la fecha de inicio de los síntomas y la fecha de consulta en casos confirmados, entre los primeros síntomas y la de diagnóstico y el porcentaje de nuevos casos que no son contacto de casos confirmados conocidos.
Se estudiarán asimismo el tiempo entre la fecha de inicio de los síntomas y la fecha de aislamiento y lo que transcurre entre la fecha de primera consulta y el aislamiento, el número de contactos estrechos identificados por caso y porcentaje de contactos estrechos que desarollan síntomas durante el seguimiento y se confirman.
Son seis los parámetros de capacidad del sistema sanitario sobre los que se realizará seguimiento: ocupación de UCI tanto por COVID-19 como por otras causas, ocupación de camas de enfermos agudos, material disponible, respiradores de reserva, capacidad de diagnóstico de los laboratorios y centros no sanitarios en disposición de medicalizar.
En cuanto a la movilidad, se analizarán siete variables: el índice de movilidad interior y exterior por provincias -con respecto a febrero de 2020-, los movimientos de largo recorrido de vehículos ligeros por zonas geográficas, el índice de movilidad global en los municipios de mayor población, la utilización del transporte público, la movilidad por área de residencia y el transporte de pasajeros y mercancías.
"Los indicadores de movilidad son centrales como punto de conexión entre la evolución de la epidemia y la actividad económica. (...) Conforme se avanza en el proceso de desescalada o reapertura, la evolución de la movilidad puede dar una idea de la eficacia del proceso gradual de desconfinamiento", considera el Gobierno.
Por último, tendrán relevancia en el apartado de indicadores económico sociales la afiliación a la Seguridad Social (trabajadores y autónomos), los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y el consumo de energía eléctrica.