Apoyo a los mayores de 70 años

Los servicios sociales y las entidades se han volcado para atender a los colectivos más vulnerables durante la pandemia del coronavirus. Uno de ellos es el de las personas mayores, sobre todo las que viven solas, que representan el 40% de las personas atendidas a causa de la crisis sanitaria. Un acompañamiento que se extiende también para intentar paliar los efectos que pueda tener la desescalada en los mayores, que ya pueden salir a la calle en ciertas franjas horarias desde el sábado y se enfrentan al miedo al contagio al ser especialmente vulnerables al virus. Sin embargo, también han aparecido críticos que ven discriminatorio que se separe a los mayores de 70 años del resto de adultos, por lo que han iniciado una recogida de firmas a través de las redes sociales.

La atención psicológica ha sido clave para atender a los mayores que viven solos. Joan Canut, jefe del servicio de gestión y acción social de la Paeria, señala que el servicio de teleasistencia ha incrementado un 40% las llamadas durante el confinamiento y de los usuarios, más de 5.800, cuatro de cada diez son personas mayores que viven solas. “A través de estas llamadas, así como de los programas con otras entidades, se valora la vulnerabilidad de estas personas y la atención que necesitan”, señala. Se ha incrementado el contacto de forma telemática, ya que las visitas presenciales se han reduido al mínimo indispensable, y se ha añadido psicólogos a los servicios que cubren necesidades básicas de alimentación y medicamentos. De hecho, según Canut, la Xarxa de Voluntariat puesta en marcha durante la crisis sanitaria cuenta con una veintena de psicólogos voluntarios al encontrar “más personas que se encuentran solas y pueden afrontar problemas psicológicos a causa de esta soledad”.

Deterioro cognitivo, de la orientación y en el ámbito emocional son algunas secuelas del confinamiento

También se atiende con especial urgencia a las personas que han perdido a algún familiar a causa del coronavirus, con un acompañamiento en el duelo que no pueden hacer tal y como estamos acostumbrados socialmente. Si es necesario, la Paeria deriva las atenciones a la entidad Suport al Dol de Ponent.

La unión de atención de primera necesidad y psicológica ha sido clave para ayudar a los colectivos más vulnerables, un tándem, señala Canut, que ha sido muy positivo y se podría extender a los diferentes programas una vez acabe el estado de alarma. En cuanto a las salidas de los mayores, Canut insta a extremar la seguridad para evitar contagios y evitar las aglomeraciones. “Son muy vulnerables al virus y no deben correr riesgos”, afirma. Los vecinos también se han erigido como un nuevo movimiento de ayuda para las personas mayores. Según Canut, durante el confinamiento han tenido avisos por parte de vecinos que han detectado situaciones de riesgo de alguna persona mayor. “Debemos estar atentos para activar todos los recursos necesarios”, señala.

Entidades como Creu Roja también han aumentado los servicios de atención para este colectivo, sobre todo aquellos que viven solos, ante el temor de que puedan perder la conexión con la sociedad a causa del confinamiento. Ansiedad, depresión y miedo son algunos de los sentimientos que han detectado entre las personas mayores causados por la actual situación y el “regreso” a la normalidad. Mientras, la Fundació Salut i Envelliment de la UAB señala que el confinamiento ha causado en este colectivo deterioro de la orientación, la atención en tareas cotidianas y el ámbito emocional. Los profesionales de Creu Roja Lleida alertan de que la actual crisis hace que los mayores revivan “viejas heridas” y sentimientos de soledad que veían compensadas con actividades que ahora se han visto suspendidas. Muchos mayores son muy activos, por lo que quedarían fuera de la franja horaria destinada al ejercicio físico, lo que ha generado críticas entre las personas de más de 70 años.