Cristina Vidal, psicóloga: «La forma de relacionarse cambiará y debemos adaptarnos a nuestro ritmo»
¿Nos costará entrar en la nueva normalidad?
El confinamiento y la actual crisis sanitaria nos ha afectado a todos a diferentes niveles. Podemos sentir ansiedad, frustración y miedo ante el cambio, que podría durar entre tres y seis meses después de su finalización. La forma de relacionarse cambiará y debemos adaptarnos a nuestro ritmo, según las necesidades de cada uno.
¿Qué colectivos arrastrarán más riesgo tras el confinamiento?
Los sanitarios, que han estado en primera línea, podrían sufrir estrés postraumático, incluso podría salir a los dos años. También los niños, que han vivido muchas situaciones estresantes, y las personas mayores. Los dos últimos pueden tener miedo a salir a la calle y miedo al contagio, por lo que es necesario un acompañamiento y que no tengan vergüenza en pedir ayuda si la necesitan. En los sanitarios, es fundamental un seguimiento exhaustivo para evitar que posibles trastornos se cronifiquen. Hay niños que han visto aumentar sus miedos porque también les afecta la situación económica o el cambio de rutinas.
¿Y los pacientes que han superado el coronavirus?
Es muy importante su atención psicológica y emocional porque deberán adaptarse a la vida cotidiana. Se debe reforzar a nivel sanitario el acompañamiento emocional de los colectivos más vulnerables y que necesitarán más ayuda en los próximos meses. Deben pedir ayuda si la angustia o el sentimiento de apatía dura más de una semana. Hay que tratarlo a tiempo.
¿Nos costará darnos la mano o besarnos?
Debemos ser precavidos con las medidas de higiene, porque hasta ahora nos creíamos invencibles. Que no podamos tocarnos o besarnos no significa que no nos podamos relacionar. Una sonrisa o una mirada también transmiten afecto y amor.