CORONAVIRUS INVESTIGACIONES
Detectives privados se ofrecen para rastrear nuevos contagios
Los detectives privados pidieron ayer a la Generalitat ser “rastreadores” de nuevos contagios por coronavirus, haciendo un seguimiento de detallado de todas las personas que han podido estar en contacto con el infectado. El Col·legi Oficial de Detectius Privats de Catalunya argumenta que esta labor requiere de “personal cualificado y habilitado legalmente”, recriminado que el hecho de que funcionarios, sanitarios o informáticos contratados sean los encargados de hacer este rastreo “provoca graves problemas legales y de legitimidad”. “La urgencia o incluso el estado de alarma no justifican eludir los requerimientos estipulados en la ley de Seguridad Privada para llevar a cabo trabajos de estas características”, opinó la presidenta, Mercè Ferran, quien remarcó que los detectives privados son “los únicos que pueden hacer este seguimiento de casos con todas las garantías técnicas y legales”.
En un comunicado, el Col·legi, que cuenta con cuatro pofesionales leridanos adscritos, apunta que la función de rastreo, en el sentido de “hacer indagaciones que sean necesarias para obtener y aportar información sobre conductas o hechos privados de terceros”, es una competencia “exclusiva y excluyente” de estos profesionales, según la ley. Que lo hagan sanitarios o funcionarios “suma problemas de eficacia y de legalidad” asegura el Col·legi, que también alerta de “posible falta de legitimidad” en el caso de que puedan intervenir los tribunales. Los expertos de Estados Unidos apuestan por aumentar las pruebas de detección y contratar a un gran número de rastreadores de contactos para evitar un repunte de contagios, lo que consideran clave para garantizar una desescalada del confinamiento y una reactivación económica.
“La urgencia o el estado de alarma no justifican eludir los requerimientos de la ley de Seguridad Privada”
En otros países como Corea del Sur o Singapur, las autoridades han echado mano de las nuevas tecnologías para llevar a cabo este seguimiento de casos para acotar el círculo de contagios, lo que ha provocado críticas en pleno debate sobre la protección de datos y la privacidad.