ESNOTICIA
La reinvención pone a prueba a las empresas
Los negocios buscan adaptarse a un cliente que cambia y se hace a la vez más exigente y precavido || La digitalización ya no se presenta como una opción sino un camino que no tiene vuelta atrás
Con el coronavirus han llegado a nuestro vocabulario palabras desconocidas, como la Covil-19, o sin práctica utilidad en nuestras conversaciones cotidianas que se han hecho algo más que un hueco en nuestro léxico. Primero fue el confinamiento y ahora lo es el desconfinamiento hacia lo que se ha dado por llamar la “nueva normalidad”. Está claro que la pandemia supondrá un antes y un después en todos los ámbitos de la vida, y la economía es uno de ellos. La leridana Glòria Martínez lo sabe muy bien como especialista en mentoring, apoyar y retar a los directivos para que gestionen su propio aprendizaje con el objetivo de maximizar su potencial, desarrollar sus competencias, mejorar su rendimiento y progresar. Desde que el coronavirus se convirtió en el enemigo a batir desde el punto de vista sanitario, pero también económico, ha multiplicado su actividad y siempre con un mensaje en positivo. Advierte que el talante con el que se afronte la situación afecta, y mucho, a la hora de buscar soluciones porque “podemos lamernos las heridas únicamente o buscar las oportunidades que nos da toda situación”, aunque nos parezca la más adversa.
Advierte a empresarios y autónomos que la digitalización, el teletrabajo, la venta por internet son fenómenos que han venido para quedarse y que hay que saber utilizar a favor de la cuenta de resultados. Hay que tener en cuenta, además, que también ha cambiado el consumidor. La lucha contra la pandemia le ha hecho más precavido y temeroso, pero también más exigente, de ahí que la empresa se vea forzada a revisar no sólo qué es lo que vende sino también cómo lo hace, advierte.
Las empresas deberán afrontar el cambio de los consumidores en la “nueva normalidad”
La digitalización, en este sentido, se puede convertir en una plataforma hacia la internacionalización, un capítulo que ya representó una tabla de salvación para muchas empresas en la anterior crisis, la iniciada en 2008, vía comercio exterior en muchos de los casos. Pero Glòria Martínez advierte que también puede servir para crecer como empresa local. La relación con el cliente, en este sentido, pasa a ser multidireccional. De ahí, por ejemplo, que las empresas no solo estén presentes en las redes sociales, sino que sepan aprovechar esta presencia porque “no se pueden usar viejos sistemas en canales nuevos”.
En esta carrera hacia la nueva normalidad no siempre el tamaño es sinónimo de mayores facilidades porque, explica esta experta en mentoring, los emprendedores tienen en su mentalidad la necesidad de adaptarse a los cambios y, en muchas ocasiones, pueden hacerlo de una forma más dinámica que compañías de tamaño superior.
“El consumidor será más infiel a la marca y hay que vender emoción”
La crisis económica que ya es una realidad para muchos se va a traducir en un consumidor mucho más racional a la hora de comprar y que en muchos casos necesitará darse permiso a sí mismo para hacer una adquisición, según advierte Glòria Martínez. Buscará y comparará más aún de lo que lo venía haciendo y, en este sentido, se prevé que sea más infiel a la marca y con un sector que se mueva por el precio como primera brújula. Entrar en la guerra del precio puede ser contraproducente para las compañías de tamaño reducido y aquí sí las más grandes tienen a su favor el poder competir con volúmenes. En esta línea, Glòria Martínez afirma que hay que vender emoción y una experiencia para el cliente, contestar rápido sus correos electrónicos, ofrecer con celeridad el presupuesto, en definitiva, facilitar el proceso de compra. Otro de los resortes que apunta esta experta es ofrecer al cliente un ahorro futuro, desde planes anuales o sistemas prepago con pequeñas cuotas que permitan al cliente poder afrontar gastos o inversiones de forma más cómoda y sin sentirse en muchos casos culpables. Resume la filosofía que transmite a sus clientes así: “Es el momento de la creatividad”.