Las fallas, en la cuerda floja por el virus

A la larga lista de celebraciones suspendidas por la crisis del coronavirus se sumaron ayer la tradicional bajada de fallas de Durro, en el municipio de La Vall de Boí, la de La Pobla de Segur y la de Senet, después de que ya la aplazara Alins. Según explicaron los organizadores de la fiesta de Durro, en un primer momento se habían planteado restringir la participación a los vecinos del pueblo aunque, debido al aumento de consultas y reservas por parte de visitantes, “no podemos asumir la asistencia ni garantizar la seguridad de nuestros vecinos”. A pesar de que la bajada estaba prevista para el 12 de junio, la habían retrasado al lunes 15 para reducir la asistencia de público. “Los vecinos han querido anteponer la salud tanto de los fallaires como de todos los visitantes y, al no poder garantizar una asistencia limitada, han optado por cancelar definitivamente la edición de este año”, aseguró la alcaldesa de La Vall de Boí, Sònia Bruguera, que el viernes se reunirá con el resto de municipios fallaires para decidir si se celebran o no el resto de fiestas. “Si alguno de los pueblos decide mantener el evento, tendremos que empezar a idear un protocolo para garantizar la seguridad de todos los participantes”, destacó Bruguera. La Pobla de Segur también ha suspendido el tradicional descenso y posterior desfile, programado para el próximo 17 de junio, a la espera de decidir si celebrarán alguna actividad alternativa. También Senet habría cancelado la celebración, mientras que otras localidades como Vilaller apostarán por “un acto simbólico para mantener vivo el espíritu de las fallas, siempre respetando las recomendaciones sanitarias y limitando la asistencia”, explicó la presidenta de la Associació de Municipis Fallaires, del consell de la Alta Ribagorça y alcaldesa de Vilaller, María José Erta. Durro y La Pobla de Segur son las primeras en celebrar las fallas. Les siguen Boí, El Pont de Suert, Vilaller, Barruera, Erill, Taüll y Llesp, en la Alta Ribagorça. Aran quema Eth Haro por Sant Joan y también hay fallas en Isil, en el Sobirà, entre otras poblaciones. La declaración de la Festas del Foc como Patrimonio de la Humanidad en 2015 supuso un revulsivo turístico.

Buscan apoyo para convertir los Rais en Patrimonio de la Humanidad Los Raiers de Coll de Nargó y de La Pobla han puesto en marcha una campaña para dar a conocer esta tradición, que podría convertirse en Patrimonio Cultural Iinmaterial de la Humanidad. Según explicó el presidente de los Raiers de Coll de Nargó, Àlex Ferré, “la Unesco ha aceptado la candidatura de la fiesta de los Rais y ahora, más que nunca, necesitamos el apoyo de la ciudadanía para dar a conocer la tradición en todo el mundo”. A través de las redes sociales, anima a la ciudadanía a enviar un vídeo al correo raiersdenargounesco@gmail.com, en el que aparezca el nombre y apellido de la persona interesada y una explicación de su vínculo con la fiesta (en caso de tenerlo), además de mostrar su apoyo. De ser declarada la fiesta de los Rais de Nargó y La Pobla patrimonio de la Unesco, sería el cuarto festejo que logra este distintivo en Catalunya.