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El adiós que no tuvieron

Tras el parte de fallecidos que facilitan a diario las autoridades sanitarias hay familias rotas por no haberse podido despedir de sus seres queridos, víctimas del coronavirus

Despedidas pendientes

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Hay enfermedades que dejan marcas, como la varicela, pero ninguna cicatriz es tan profunda y dolorosa como las de la Covid-19. No es algo físico y ni siquiera afecta a los propios enfermos, sino a aquellos seres queridos que les han sobrevivido. Si algo se ha aprendido a marchas forzadas en esta pandemia es que hay algo peor que la muerte. Dan fe de ello las familias de los 234 fallecidos por coronavirus contabilizados en las comarcas de Lleida desde el 17 de marzo. Todos pasaron a formar parte de la estadística sin haber tenido siquiera un funeral, sin un adiós. Para sus allegados, esta deshumanización de la muerte ha complicado el proceso de duelo. En muchos casos, ni siquiera pudieron estar en el cementerio cuando se les dio sepultura. El estricto confinamiento llegó a limitar a solo tres personas el acompañamiento. Y siempre con una separación de dos metros. Ni besos ni abrazos. Adioses virtuales en los muros de Facebook y en los grupos de WhatsApp que supieron a poco. El personal sanitario tampoco escapa a esta angustia. Montse Robles, responsable asistencial de Suport al Dol de Ponent y enfermera del hospital Arnau de Vilanova, alertaba ya al inicio de la pandemia de la necesidad de dar apoyo a estos profesionales que tuvieron que enfrentarse a situaciones muy duras para las que no estaban preparados y acompañaban a los pacientes en sus últimos momentos para que no murieran solos o les sujetaban su propio teléfono móvil para que pudieran despedirse. Otros grababan vídeos o recogían cartas que después hacían llegar a las familias de los enfermos ingresados en hospitales o residencias, lo que les dejaba emocionalmente desbordados. Las familias esperan a que se levanten las restricciones para hacer una ceremonia en recuerdo de estas personas que se convirtieron en estadística. Tenían nombre y apellidos. Tenían una vida.

Josep Maria Benet i Jornet.

Lleida. Falleció el 6-4-20 a los 79 anys

El dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet, figura clave en la renovación del teatro catalán contemporáneo y creador de algunas de las series de televisión más populares de las últimas décadas, como Poble Nou, Nissaga de Poder o Ventdelplà, es uno de los nombres propios que se ha llevado la Covid. Estaba ingresado en Lleida desde hacía más de tres años, afectado de Alzheimer, primero en la residencia Castrillón y recientemente en la Llar de SantJosep, donde murió la madrugada del 6 de abril. Solo un día antes su hija, la profesora de la UdL Carlota Benet, había podido ir a visitarlo. El mundo del teatro prepara una fiesta en su honor..

Ramon Ribé

L'Albi. Falleció el 18-3-20 a los 54 anys

Ramon Ribé, conocido en L’Albi por su afición a coleccionar botes de perfume, falleció el 18 de marzo, a los 54 años. Su madre le define como “un trabajador incansable, pero sobre todo cariñoso. Allá donde iba siempre le recibían con gran estima”. Muy querido en el pueblo por su entrega y sensibilidad, se ganó a los espectadores durante su aparición en el programa de TV3 El Foraster. El fuerte temporal de octubre arrasó el almacén en el que conservaba más de 1.500 botes de colonia y “los vecinos se volcaron en ayudarle a recuperar de entreel barro el mayor número de recipientes”, agradece su madre. A pesar de su prematura muerte, “Ramon nos entregó todo su amor”.

Magda Pubill Cos

Fondarella

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Falleció el 25-3-20 a los 84 anys.

Magda Pubill Cos, natural de Fondarella, falleció el pasado 25 de marzo, a los 84 años, sin que sus cuatro hijos, sus siete nietos y sus tres bisnietos pudieran despedirse de ella como hubieran querido. “Te tuvimos que decir adiós en la distancia y todo por culpa de un maldito virus”, lamenta su hija Ramona. “Te queremos y siempre te llevaremos con nosotros”, añade esta familia originaria del Pla d’Urgell.

Josep Vendrell Rebert

Camarasa. Falleció el 26-3-20 a los 78 anys

Josep Vendrell, exalcalde de Camarasa, falleció el 26 de marzo, a los 78 años de edad. Uno de sus tres hijos aseguró que no estuvo solo, “pudimos acompañarlo en sus últimos momentos”, y por ello se sienten agradecidos. También por el trato recibido en el hospital, “muy humano y afectuoso”. Vendrell fue alcalde de Camarasa entre 1999 y 2011. Persona muy querida por su manera de ser entregada y muy arraigado al pueblo y a la tierra (agricultor de profesión). Amaba Camarasa de una manera incondicional y los vecinos le rindieron un aplauso desde los balcones para recordarle. Además de la pérdida, “lo difícil es la falta de duelo”. Tenía 4 nietos..

Enric Sirvent Peguera.

Lleida. Va morir el 7-4-20

“Fuiste un esposo, padre, abuelo, hermano, tío y amigo extraordinario. Enric, gracias por tu amor incondicional, sencillez y generosidad, por enriquecernos con tus pasiones: la música, la naturaleza, el deseo de conocimiento y de las cosas bien hechas, la creatividad y curiosidad sin fin”. La familia de Enric Sirvent explica que, “víctima del 1-O, con tu coraje defendiste nuestra dignidad, tus ideales y tus valores” y le definen como un “home de tros, trabajador inagotable, gran soñador y culé hasta la médula”. “Continuaremos cantando por la libertad y la

justicia. Eres nuestro héroe. ¡Te queremos!”

Jordi Prats Suñé

Juncosa. Falleció el 1-5-20 a los 87 anys

“Papa, te marchaste súbitamente y todavía hoy no llegamos a entenderlo”, lamentan los familiares de Jordi Prats, de Juncosa. “Damos las gracias por haberte tenido con nosotros estos años y nos sabe mal no habernos podido despedir en la intimidad familiar, acompañándote hasta el último momento en el clima de complicidad y cooperación familiar que ha marcado nuestra vida”. Pese a todo, sus hijos y nietos quieren quedarse “con el recuerdo de haberte tenido, no con el de haberte perdido”. Y desean que descanse en paz. “Nos consuela saber que ya has encontrado la paz al lado de la mama. Nadie muere hasta que se olvida y nosotros no lo haremos”.

Fidel Plana Moles 

Oliana. Va morir el 17-3-20 als 79 anys

Su fallecimiento fue el primero que Salud atribuyó al coronavirus en Lleida. Tenía tres hijos y uno de ellos, Toni, explica que su padre había vivido siempre en Oliana. “Trabajaba en el turno de mañana de Taurus y por la tarde iba a cortar leña, era muy trabajador”, señala. Tras jubilarse, tenía un huerto, le gustaba andar y ayudaba a cuidar a sus seis nietos. “Era sencillo y humilde, no guardaba rencor a nadie y se relacionaba con todos”, subraya. Tuvo que ser ingresado en el Arnau y allí se contagió del virus y murió. Tras ser incinerado en Lleida, su familia pudo enterrar sus cenizas en el cementerio de Oliana cuarenta días después.

Florència Mata Sarri.

Mollerussa. Falleció el 31-3-20 a los 69 anys

“¡Has repartido tanto amor!” Los familiares a Florència Mata Sarri, de Mollerussa, la recuerdan con mucha ternura. “En esta vida ha sido una excelente hija, hermana, nieta, esposa, madre, abuela y muchísimas cosas más”. Tras su prematura muerte por Covid-19 el 31 de marzo, “te has convertido en el ángel que nos sonríe cada día desde el cielo, como hacías habitualmente desde la tierra”, añaden tanto familia como amigos, quienes aseguran que la siguen “adorando”.

María Paz García Medina

Lleida. Falleció el 18-4-20 a los 77 anys

Esta misma semana, María Paz García Medina habría celebrado su 78 cumpleaños con su extensa familia, pero no llegó a cumplirlos. Falleció hace poco más de un mes, el pasado 18 de abril, y sus cuatro hijos y diez nietos aún no se acaban de hacer a la idea de que la han perdido para siempre. Explican que era una mujer a la que le gustaba cocinar, así como salir con su marido. Aunque nació en Valladolid, residió durante casi toda su vida en Lleida, donde falleció víctima del coronavirus el pasado día 18 de abril.

Jaume Gilabert Mateu

Castellserà. Fallleció el 6-4-20 a los 90 anys.

Jaume Gilabert Mateu murió víctima de la Covid-19 en la residencia de La Fuliola a los 90 años. “Te recordaremos siempre con tu energía, vitalidad y empuje por las calles de Castellserà”, aseguran sus familiares. También explican que les será muy difícil ver los partidos del Barça sin dedicarle un pensamiento, ya que tenía mucha ilusión por ver jugar al equipo blaugrana. “Tu familia te tendrá siempre presente”, aseguran.

Rafa Domínguez Rodríguez

Lleida. Falleció el 30-4-20 a los 63 anys

Falleció de Covid-19 antes de cumplir los 64 años en la residencia de Alpicat en la que estaba ingresado desde que sufrió un atropello. Su familia lamenta que no se le haya podido hacer un funeral. Y citan a Evelyn Waugh: “La despedida produce un gran consuelo. Es corriente que los seres que esperan hayan visto al ser querido por última vez cuando estaba en la cama, sufriendo y rodeado de los tétricos implementos dela habitación de un enfermo o de un hospital. Aqui vuelven a verlo como lo habían conocido en sus mejores años de vida, transfigurado por la paz y la felicidad”.

Joan Capdevila Bosch

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Juenda. Falleció el 6-4-20 a los 83 anys

Joan Capdevila falleció el pasado 6 de abril por Covid-19 en la residencia de Balaguer. Su sobrino recuerda cómo esperaba sus visitas y que preguntaba al ver a sus familiares: “com esteu, pixurris?”. “Siempre te recordaremos y siempre serás, tiet Joan, un hombre soltero y libre, ganador de mil batallas pese a haber enterrado a hermanos y a amigos íntimos”. Su sobrino añade que era un hombre tozudo, que siempre iba a la suya, “pero que nunca le hizo daño a nadie”. Llegó el momento en el que “olvidaste el presente y vivías en el pasado”, y en ese último momento lamenta su familia no haber podido darle la mano ni decirle adiós.

Helena Xandri i Trilla

Cervera. Falleció en marzo a los 54 anys

La periodista de Cervera Helena Xandri, de 54 años, falleció la última semana del mes de marzo en la residencia de La Fuliola, víctima de la Co vid-19. Xandri había trabajado en medios de comunicación como el Diari de Barcelona o El Periódico de Catalunya. A causa de su delicado estado de salud, en los últimos años había regresado a su Cervera natal, donde fue la impulsora, de manera altruista, de la recuperación del templo de Sant Francesc de la capital de la Segarra, documentado desde el siglo XIII.

Joaquín Rodríguez Morreres

Lleida. Falleció el 7-4-20 a los 78 anys

“No pudimos estar presentes cuando moriste, ni decirte adiós por última vez, falleciste solo. Esta pena la llevaremos siempre con nosotros, junto al amor que nos profesaste”. Así quieren despedirse de Joaquín Rodríguez Morreres sus familiares a través de la páginas de SEGRE, después de que falleciera en la Llar de Sant Josep el día 7 de abril. “Te dedicamos nuestro pensamiento y vivirás para siempre en nuestros corazones”, explican.

Germán Ruiz Salazar

Lleida. Falleció el 30-3-20 a los 88 anys

Germán Ruiz Salazar, vecino del Secà de Sant Pere de Lleida, “era una persona fuerte, alegre y dinámica que luchó toda su vida por sacar adelante a su familia”, afirman quienes le conocieron de cerca. Había nacido en 1932 y falleció en el hospital de Santa Maria. “Ha sido un buen hijo, esposo, padre e ídolo de sus nietos, que le han querido muchísimo y le recordarán siempre”, añaden sus familiares. Era “un buen amigo y vecino que se nos ha ido porque el maldito Covid nos lo arrebató”. Y añaden: “Te echamos mucho de menos, Germán”.

Javier Gual Armengol

Lleida. Falleció el 26-3-20 a los 60 anys

Aunque nació en Manresa, Javier Gual vivía en Lleida desde los seis años. Sus familiares no le olvidan. “Te fuiste al cielo sin despedirte. Nos has dejado un vacío muy grande, aunque más grande eras tú como persona”, afirman. “Te hemos querido y tú nos has querido con locura”. “Hemos sido todo para ti, demostrándonos continuamente lo que nos querías, sobre todo a mí”, dice su esposa. “No sabes cuánto te echamos de menos. Sé que ahora desde el cielo no nos vas a dejar ni un minuto”. De la misma forma que su familia no lo va a olvidar.

Ramona Beltran Boldú

La Sentiu de Sió. Falleció el 23-3-20 a los 91 anys

Ramona Beltran falleció en el Hospital Arnau de Vilanova de Lleida el pasado 23 de marzo. Esta mujer “valiente, gran cocinera, buena bailadora, cuidadora y que lo daba todo por los suyos”, según sus familiares, estaba ingresada en la residencia de La Fuliola junto a su prima Emília Mercè Trepat, que también falleció de Covid. “Ahora, cuando menos lo esperábamos, te marchas de la noche a la mañana”. Y añade su nieta: “Padrina, te echamos mucho de menos. Cuando todo esto acabe haremos la ceremonia que te mereces porque te queremos”.

Emília Mercè Trepat

La Sentiu de Sió. Falleció el 2-4-20 a los 86 anys

Emília Mercè Trepat, natural de La Sentiu de Sió, falleció el 2 de abril en la residencia de La Fuliola, donde estaba ingresada junto a su prima Ramona Beltran. Que las dos se fueran juntas no es consuelo para la familia. “¡Mama! Yo la llamo pero no me contesta porque Dios se la llevó y un trozo de mi corazón se fue con ella, el mismo que me dio al nacer”, dice su hija tras perderla.

Agustina Bellmunt Pijuan

Tàrrega. Falleció el 1-4-20 a los 76 anys

Agustina Bellmunt Pijuan, nacida en La Donzell d’Urgell y vecina de Tàrrega desde hacía muchos años, falleció de coronavirus el 1 de abril en el hospital Arnau. “Nos has dejado un vacío irreparable. Has sido y serás la mejor esposa, madre y abuela, siempre dispuesta a ayudarnos, cuidarnos

y darnos todo el amor que nos tenías guardado”, dice su familia. “Eres nuestro referente. Nos quedaremos con todos los buenos recuerdos, que no son pocos, y con todo lo que nos has enseñado. Te queremos y te querremos siempre, porque nunca te olvidaremos”, añaden.

Albert Coll Nus Almenar.

Falleció el 1-4- 20 a los 63 anys

La muerte de Albert Coll Nus el pasado 1 de abril a los 63 años causó conmoción en Lleida al tratarse del primer médico que falleció en la demarcación tras infectarse de coronavirus en el ejercicio de su profesión. Albert Coll, vecino de Almenar, era médico de familia en Os de Balaguer y Castelló de Farfanya y durante más de veinte años lo fue de Àger. Además, hacía guardias en el CAP de Balaguer, por lo que era una persona muy conocida en la comarca de la Noguera. Estaba casado y era padre de dos hijos.

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