“NoEsTeatro”: el caso del Aula

La denuncia de veinte años de abusos a adolescentes ha conmocionado a la sociedad dentro y fuera de Lleida y ha puesto en evidencia más que nunca la necesidad de derribar los estereotipos y los abusos de poder que sufren las mujeres en varios ámbitos, también en la cultura. Hace una semana, el diari Ara publicó un reportaje en el que revelaba que los abusos denunciados en el Aula Municipal de Teatre de Lleida iban más allá de lo que se sabía hasta la fecha. Casos que habrían ocurrido recientemente y, por lo tanto, no estarían prescritos. Las víctimas ya alzaron la voz hace dos años como ya informó SEGRE, cuando en 2018 se unieron nueve de ellas para denunciar ante los tribunales que habían sufrido abusos sexuales, vejaciones y humillaciones por parte del que fue director y profesor del Aula, A.G. Su lucha no pudo llevar al profesor a juicio porque la Fiscalía archivó la investigación al haber prescrito los abusos, cometidos entre 2001 y 2008. Ahora, otras exalumnas han relatado episodios que sí podrían ser investigados de nuevo, por lo que la Paeria ha puesto en marcha un mecanismo con el que recoger denuncias de forma anónima y, según el alcalde Miquel Pueyo, si es necesario el consistorio acompañará a las víctimas hasta Fiscalía.

En una semana, después de meses de tener constancia de la problamática, el consistorio ha puesto en marcha varias medidas. Una de ellas, la revisión del modelo de gestión del Aula de Teatre, ahora en manos de una concesión a la Associació Cultural Aula de Teatre de Lleida. La entidad ve con buenos ojos que se municipalice la gestión y las negociaciones se han iniciado con buen pie. Un proceso que ya había empezado pero que se acelerará a causa de las denuncias de abusos. La lucha de las exalumnas se une a la de Dones a Escena, que ya se manifestó en julio de 2019 ante la Paeria para exigir la inhabilitación de A.G. y del otro profesor, R.E., acusados de abusar de sus alumnas cuando eran unas adolescentes. Una lucha a la que se han unido otros movimientos en el mundo del teatro para señalar que este caso no es aislado y que este tipo de abusos de poder se dan en otras partes de Catalunya. En este sentido, la compañía Las fritas, de Barcelona, anima a explicar a través de las redes sociales experiencias para conocer si las alumnas se han sentido vejadas, han sufrido tocamientos, humillaciones u otro tipo de situaciones. Para empoderar a las víctimas a poder denunciar, Dones a Escena y otros colectivos reclaman derogar la prescripción de los delitos sexuales, ya que recuerdan que denunciar es un proceso muy largo. Cuando logran afrontar los que les pasó y poder explicarlo, se encuentran con la puerta cerrada de la Justicia. La campaña #NoEsTeatro sigue despertando conciencias y reclamando la necesidad de acabar con los abusos de poder en las artes escénicas, denunciando situaciones que hasta ahora se han asumido como “algo normal” pero que en realidad son violencia machista.