Verbena de Sant Joan 'familiar'

La crisis del coronavirus no impedirán celebrar este 23 de junio la noche más mágica del año, aunque será una verbena de Sant Joan marcada por las restricciones para evitar aglomeraciones. Si se mantiene la normativa actual y dentro de tres semanas toda Catalunya está en la fase 3 de desescalada, las fiestas privadas se limitarán a grupos de un máximo de veinte personas − tanto en casa como en la playa−, mientras que las organizadas tendrán un tope de ochenta asistentes en lugares cerrados y hasta 800 al aire libre, que deberán estar sentados y mantener la distancia de seguridad de dos metros. Así lo anunciaron ayer la directora general de Protección Civil, Isabel Ferrer; el subdirector de Protección Civil, Sergio Delgado; y el conseller de Interior, Miquel Buch, quien destacó que la verbena de Sant Joan de este año debe ser “especial y diferente, pero sobre todo segura”. Y es que, a las preocupaciones habituales por los petardos, hogueras, quemaduras e incendios forestales, se suman este año las relacionadas con el uso de mascarillas, la limpieza de manos y la distancia social de seguridad. Protecció Civil lleva semanas trabajando en los protocolos para esta verbena junto con el departamento de Cultura, ayuntamientos, empresas pirotécnicas y Cruz Roja, además de los grupos operativos de seguridad y emergencias como policía, bomberos y SEM. De hecho, cada ayuntamiento adaptará el marco normativo general a sus circunstancias particulares.

Entre las principales medidas, no están permitidas las celebraciones masivas. Los organizadores de fiestas en lugares cerrados deberán limitar la asistencia a 80 personas. En lugares abiertos, el aforo máximo de las fiestas organizadas será de 800 personas sentadas, que deberán mantener las distancias de seguridad o ir con mascarilla. Las fiestas particulares, entre amigos y familiares, estarán limitadas a grupos de 20 personas, pero estos podrán acudir a lugares habituales de las verbenas, como las playas o las plazas. Será allí donde la policía local deberá limitar el acceso para evitar que los diversos grupos estén demasiado cerca entre ellos, como ocurre de día a la hora de permitir pasear, hacer deporte, tomar el sol o bañarse. De hecho, las grandes concentraciones en las playas es uno de los aspectos que más preocupan por ser posibles fuentes de contagios, por lo que las autoridades piden responsabilidad. Dos de las recomendaciones específicas para esta verbena, además de la habitual de no hacer fuego ni tirar cohetes a menos de 500 metros de zonas con vegetación, es que no se lleven envases de gel hidroalcohólico en los bolsillos cuando se tiren petardos, ya que es inflamable y puede suponer un riesgo. Las mascarillas no son inflamables, aunque advierten que también se pueden quemar o hacerse un agujero si cae alguna chispa.