El 62% de los leridanos sigue una dieta mediterránea
Crece la población catalana que se hace una prueba preventiva del cáncer de colon y recto, pero también la que lleva una peor alimentación
La Encuesta de salud de Cataluña (ESCA) 2019 revela que el 59,2% de la población de 50 a 69 años se ha hecho alguna vez una prueba de sangre oculta en excremento con finalidades preventivas, un 12,8% más que en 2018. De hecho, de 2012 a 2014, el porcentaje se mantiene estable y a partir de este año se observa un crecimiento, seguramente, por la expansión del Programa de detección precoz del cáncer de colon y recto durante el último trimestre del 2015. Por sexos, el crecimiento ha sido superior en mujeres con un 15,2% frente al 9,8% de los hombres.
Según los datos de la ESCA publicados por la Generalitat, el porcentaje de personas de 50 a 69 años que se ha hecho alguna vez una prueba de sangre oculta en excremento en las regiones sanitarias Barcelona Metropolitana Sud (45,7%) y Camp de Tarragona (45,7%) es inferior al de Cataluña.
La ESCA observa que entre 2018 y 2019 también aumenta casi un 8% la población de 15 años y más que se toma la presión arterial de manera periódica. Así, el 55,2% de la población de 15 años y más se toma la presión arterial de manera periódica y el 53,8% se revisa periódicamente el nivel de colesterol en la sangre.
La encuesta también pone de manifiesto que ha aumentado un 18% en los hombres de 15 años y más con presión arterial alta. El año 2019 representan el 26,7% enfrente del 22,6% en el 2018. Las mujeres con una presión arterial alta representan un 24,7% enfrente de un 23,7% en el 2018.
Baja el seguimiento de la dieta mediterránea
Por otra parte, la Encuesta señala que baja 8 puntos el porcentaje de seguimiento de la dieta mediterránea. En este sentido, la ESCA concluye que el 54,6% de la población de 15 años y más hace un seguimiento adecuado de las recomendaciones de la dieta mediterránea (49,6% los hombres y 59,3% las mujeres) enfrente del 62,6% del 2018 (57,7% los hombres y 67,2% las mujeres). El seguimiento adecuado de esta dieta baja más entre los hombres (un 13,9%) que entre las mujeres (un 11,7%).
Mejora el perfil de los consumidores
Hay que destacar, como aspectos positivos, la bajada entre 2018 y 2019 en relación al consumo de carnes rojas y procesadas (el consumo de una ración o más al día ha pasado del 15,3 al 10,4%); de bollería (el consumo de más de 2 o más raciones a la semana ha pasado del 36,4 al 33,6%), y de bebidas azucaradas (el consumo diario ha pasado del 28,4 al 24,1% en jóvenes y adultos de 15 a 44 años, y del 9,3% al 6,8% en niños de 3 a 14 años), aspectos importantes en la mejora del perfil de consumo de alimentos.
El seguimiento de la dieta mediterránea aumenta a medida que lo hace el grupo de edad, sobre todo a partir de los 65 años (67,1%), y es superior en las personas de la clase social más favorecida (61,5%) y en las que tienen estudios universitarios (60,5%). Además, las mujeres tienen una prevalencia más alta que los hombres y se llega a una diferencia de 14 puntos de porcentaje entre los hombres y las mujeres de las clases más favorecidas.
La Región Sanitaria Barcelona Ciudad (64,2%), Terres de l'Ebre (62,2%) y Lleida (61,9%) tienen el porcentaje de personas que siguen una dieta mediterránea superior al de Cataluña. Desde el 2015 hasta 2017, el seguimiento de la dieta mediterránea muestra una tendencia decreciente, en el 2018 parece que se incrementa ligeramente y en el 2019 ha vuelto a decrecer.
LA ESCA también indica que el 42,0% de la población general ha visitado un servicio de urgencias el último año (39,9% los hombres y 44,0% las mujeres). Este porcentaje es más elevado en la población de 0 a 14 años (50,1%) y en la de 75 años y más (44,3%), en los grupos socioeconómicos menos favorecidos (46,4%) y en las personas con estudios primarios o sin estudios (46,0%). Si comparamos los datos con 2018, se observa un incremento del 10% del número de población que ha visitado un servicio de urgencias. De hecho, a partir de 2014, se observa un ligero aumento sostenido año tras año.
Nuevos indicadores
Destacan también dos indicadores que la ESCA incluye por primera vez en 2019. Por una parte, concluye que el 23,6% de la población de 45 años y más tiene dificultades para recordar o concentrarse (20,2% de los hombres y 26,5% de las mujeres). Este porcentaje es más alto en el grupo de edad de 75 años y más (45,4%); en la clase social menos favorecida (25,1%), y en las personas con nivel de estudios primarios o sin estudios (36,7%).
Y por otra parte, que el 66,0% de la población de 15 años y más tiene una percepción positiva de su salud bucodental, sin diferencias entre hombres y mujeres. Este porcentaje es más bajo en el grupo de edad de 75 años y más (43,2%), en la clase menos favorecida (60,4%) y en las personas con nivel de estudios primarios o sin estudios (48,6%).