OBITUARIO MÚSICA
Muere Vera Lynn, la voz de la resistencia contra los nazis
La cantante Vera Lynn, muy querida por sus actuaciones para las tropas británicas durante la Segunda Guerra Mundial y apodada “la novia de la Fuerzas Armadas”, murió ayer a los 103 años de edad. La artista, recordada por temas como We will meet again o The white cliffs of Dover, vivía en la localidad de Ditchling, al este del condado inglés de Sussex, y falleció “acompañada por sus familiares más cercanos”, explicaron fuentes familiares. En una de sus últimas apariciones públicas, Lynn aprovechó el 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), celebrado el pasado 8 de mayo, para recordar a los “valientes chicos que se sacrificaron por nosotros”. “Mis canciones recordaban a los chicos por lo que realmente estaban luchando. Por cosas personales y queridas, en vez de por ideologías y teorías”, dijo la cantante, quien visitó varias veces a las tropas en los frentes de batalla en Europa, India, Egipto o Burma. Antes de cumplir 103 años el pasado 20 de marzo, Lynn también instó al pueblo británico a “redescubrir el mismo espíritu” que “nos ayudó” a sobrevivir durante la contienda mundial para aplicarlo ahora a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Incluso la reina Isabel II tomó nota de ese mensaje y, en un discurso dirigido a la nación al comienzo del confinamiento, citó la canción We will meet again (Volveremos a encontrarnos) para animar a la ciudadanía a sobrellevar la separación de familias y amigos.
Después del conflicto armado, Lynn, nacida en el este de Londres, siguió haciendo cine y televisión, al tiempo que se mantuvo como una férrea defensora de los veteranos de guerra. “Dejaron sus familias para luchar por nuestra libertad y muchos perdieron sus vidas tratando de proteger las nuestras y libertades”, recordó en mayo, cuando se convirtió, además, en la cantante más longeva con un álbum entre los 40 principales del Reino Unido. Isabel II le concedió el título de la Orden del Imperio Británico en 1969 y Dama Comandante en 1975, con el que se ganó el tratamiento de “dame”.