El precio de la radioterapia

En las comarcas leridanas se diagnostican más de 2.000 nuevos casos de cáncer al año y, aunque la sanidad pública se hace cargo del coste de los tratamientos, algunos pacientes tienen que hacer frente a una batería de gastos adicionales. Según un informe elaborado por la Asociación Española Contra el Cáncer y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), el gasto para un paciente que necesite recibir radioterapia es de 1.100 euros, una cifra que incluye el transporte de las personas que residen en una localidad distinta al centro hospitalario, los medicamentos para paliar los efectos secundarios del tratamiento o las comidas asociadas al desplazamiento. Aunque en Catalunya el departamento de Salud de la Generalitat compensa a las personas o a sus acompañantes que, para recibir radioterapia o quimioterapia, deben desplazarse fuera de su domicilio habitual, “en las ayudas de transporte no están incluidas todas aquellas visitas médicas adicionales que también forman parte del tratamiento oncológico, como serían las resonancias”, explican desde la AECC - Catalunya Contra el Càncer de Lleida, que el año pasado repartió un total de 9.391 euros entre 25 leridanos, en concepto de ayudas para desplazamientos, medicamentos o la adquisición de material ortopédico.

El estudio en colaboración con la Sociedad Española de Oncología Radioterípica pone de manifiesto que casi un 30 por ciento de las personas con cáncer periódicamente deben hacer un trayecto de entre una y dos horas para poder acudir a su tratamiento. Asimismo, todos los pacientes oncológicos tienen un gasto medio de 67 euros en medicamentos y productos farmacéuticos para paliar los efectos secundarios, mientras que un 27% asume costes de comidas y tentempiés, y un 31% sufre una pérdida de ingresos por dejar de desempeñar su trabajo. El informe profundiza en las diferencias territoriales en el acceso a este tipo de tratamientos como un foco de desigualdad, pues la mayoría de pacientes de Baleares, Canarias y Andalucía se ven en la necesidad de cambiar de domicilio para poder asistir a las sesiones.