ESNOTICIA
La factura psicológica de la Covid
La incertidumbre sobre la pandemia y el confinamiento disparan las demandas de ayuda psicológica en las comarcas leridanas || Los expertos alertan que un 20% de la población necesitará tratamiento y abogan por informar a la ciudadanía para paliar los efectos del nuevo 'encierro'
Las secuelas psicológicas que está dejando la pandemia y las diferentes medidas que están tomando las administraciones para combatirla son otro caballo de batalla a los que deben enfrentarse los profesionales sanitarios. Una factura que aún no se puede cuantificar pero que los expertos consideran que será elevada y que se prorrogará en el tiempo, por lo que instan a la Administración a incrementar la inversión pública en salud mental y apostar por las herramientas necesarias para trabajar desde la prevención.
El presidente del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya (COPC) en Lleida, Jaume Celma, alerta de que el nuevo confinamiento decretado en el Segrià y la Noguera ante los rebrotes de la Covid-19 tendrá consecuencias “muy graves” en la salud mental de la población, sobre todo en aquellas personas que ya padecían un trastorno previo a la pandemia, que han visto alterada de forma notable su rutina y sus atenciones. Según Celma, el 80% de la población cuenta con las herramientas necesarias para “autogestionarse”, pero el 20% restante, asegura, necesitará recibir un tratamiento psicológica por los efectos del “encierro” y de la incertidumbre de la Covid. Con el fin del estado de alarma, se dispararon las peticiones de consulta en los centros especializados, sobre todo por ansiedad, estrés postraumático, depresión y la aparición de nuevos casos de agorafobia (miedo a salir al exterior) y de trastorno obsesivo-compulsivo por la limpieza o la desinfección.
Por su parte, la psicóloga Cristina Vidal, directora del Centre Integral PsiCo Lleida, afirma que la mayoría de las personas que han solicitado hora en su centro se han visto perjudicadas por el confinamiento y la pandemia y que la ansiedad ha sido el principal motivo. Según Vidal, “muchos pacientes verbalizan que no se esperaban un rebrote tan rápido”, por lo que advierte de los efectos emocionales que puede tener un nuevo confinamiento. “No es lo mismo pasar por ello una vez que dos veces y en tan poco tiempo”, señala. Los sanitarios, las personas que han estado hospitalizadas y aquellas que han perdido a un ser querido y no han podido desarrollar el duelo son los colectivos más vulnerables a nivel psicológico. Para los expertos, es esencial mantener informada a la ciudadanía para afrontar la situación.
¿Es perjudicial volver a confinar a la población?
Encerrar de nuevo a la gente tendrá consecuencias psicológicas graves. Y estas secuelas serán mucho más graves en aquellas personas que ya sufrían un trastorno con anterioridad y que han visto alteradas sus rutinas y sus atenciones.
¿Es partidario de la medida?
Sí siempre que se haga de forma proporcional y progresiva manteniendo a la población informada.
¿Se han incrementado las demandas de ayuda psicológica?
Absolutamente. El 20% de la población necesitará recibir tratamiento por los efectos de la situación sanitaria y el confinamiento. Ansiedad, depresión, estrés postraumático e incluso nuevos casos de agorafobia son los más comunes.
¿Habrá un antes y después también en salud mental?
Las secuelas no serán permanentes, pero síndromes como la ansiedad o el estrés serán una constante hasta que la Covid-19 desaparezca de nuestras vidas.
¿Qué efectos ha tenido el confinamiento en la salud mental de la población?
Ansiedad, ataques de pánico, agorafobia, trastornos obsesivo-compulsivo y depresión son los efectos que más estamos tratando en la consulta. También tenemos casos de niños que tienen miedo a salir a la calle.
¿Estas secuelas desaparecerán?
Los efectos emocionales del confinamiento y de la situación sanitaria actual (inquietud, miedo, frustración, tristeza) han de desaparecer a medida que la persona recupera su normalidad. Dependerá también de los propios recursos personales y de otros factores como la situación económica.
¿Perjudica volver a confinar?
Es normal vivirlo con irritabilidad, frustración e indefensión porque necesitamos estabilidad y ahora no la tenemos, por lo que el confinamiento debería ser la última opción por sus efectos emocionales. Es importante pedir ayuda si este malestar permanece y afecta a nuestro día a día.