PROYECTOS FAMILIAS
El “sueño social” de Lleida
Las Llars del Seminari están a pleno rendimiento con 22 familias atendidas en 2019 || Mejorar la visibilización del proyecto e impulsar una nueva forma de captar fondos, entre los retos en 2020
Una segunda oportunidad es lo que ofrecen las Llars del Seminari a aquellas familias que necesitan ayuda para poder salir adelante. El “sueño social” de Lleida cumple seis años a pleno rendimiento con un total de 22 familias atendidas durante el año pasado y con los retos fijados para el nuevo ejercicio de mejorar la visibilización del proyecto e impulsar una nueva forma de captar fondos para mejorar la financiación de las diferentes iniciativas. Para dar a conocer el intenso trabajo que hacen los voluntarios y colaboradores, se ha publicado la memoria de 2019 del proyecto gestionado por r la Fundació “Entre Tots i per al Bé de Tothom”, cuyo presidente es Carles Sanmartín.
Según este balance, durante el año pasado se volvieron a ocupar los 18 pisos sociales disponibles por tercer año consecutivo y por ellos pasaron 22 familias, de las que forman parte 67 personas, entre ellas 31 menores de edad. Además, once de las familias son monoparentales. La mayoría de los usuarios son de nacionalidad española y hay ocho usuarios que son solicitantes de asilo o refugiados. En cuatro casos, las familias han recurrido a este proyecto social por falta de recursos y en otros tres casos, al ser desahuciadas de sus viviendas. Según la memoria, el año pasado cuatro familias abandonaron las Llars del Seminari, tres de ellas al cumplir la estancia máxima de 3 años y otra, por poder acceder a una mejora de sus recursos. En todos los casos, las familias pudieron optar a un alquiler privado. Las familias hacen una aportación económica en función de sus ingresos y hay que tener en cuenta que el 31% solo ingresa unos 450 euros al mes.
Un total de 67 personas se benefician de este proyecto, entre las que se encuentran 31 menores
Durante el año pasado, los responsables de la fundación incorporaron la atención de una educación social y continuó con el impulso de la inclusión comunitaria, lúdica y social a través de 15 actividades diferentes. Asimismo, voluntarios, colaboradores y familias han trabajado la pedagogía energética para fomentar un consumo responsable.