Segunda oportunidad para el Bellera

Los amantes de la cocina tradicional de Lleida están de enhorabuena. Y es que el histórico restaurante Bellera, cerrado al público desde el pasado mes de febrero, vuelve a abrir sus puertas de la mano del empresario leridano Josep Bellera y su hijo, Josep Bellera Jr, la tercera generación de este negocio familiar. “Durante décadas el restaurante ha sido un referente gastronómico y su cierre fue un punto de inflexión para la sociedad leridana”, explicaba ayer Bellera, que toma las riendas del establecimiento que fundaron sus padres en 1963 en la calle Vallcalent y que dirigió su hermano Eduard durante los últimos quince años. “No quería que la casa en la que crecí muriera así que, haciendo tándem con mi hijo y con un equipo con chefs de primera línea, decidí retomar el negocio”. Detrás de los fogones continúa el chef Carles Seró y se incorpora Mercè Camins, especializada en cocina de proximidad y el slow food, que durante veinte años estuvo al frente del reconocido Casa Mercè en Fontdepou. Además de conservar la esencia de la bodega-bar Bellera con platos tan emblemáticos como el cabrito y el cordero cocinado en horno tradicional de leña, los calamares a la romana y la ensaladilla rusa, una receta de la abuela de Josep, los clientes también podrán degustar nuevas recetas como las manitas de cerdo rellenas de setas y butifarra negra, canelones de espinacas, steak tartar o la coca de sardinas marinadas. “Queremos que el cliente que durante décadas ha acudido al Bellera pueda degustar sus platos preferidos, además de incorporar nuevos sabores de la mano de Mercè, poniendo el acento en los productos de primera calidad”, explicó el nuevo propietario, que también ha reformado la cocina y el comedor y ha rediseñado el logo conservando el escudo heráldico de la casa Bellera. A la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya resuelva la apertura del interior de los locales de restauración en Lleida, explicó que “tenemos muchas ganas de abrir lo antes posible y emprender este nuevo proyecto”.

El restaurante, que comenzó su trayecto en 1963 siendo bodega-bar y en los primeros años evolucionó a cafetería-bar, también ofrece la opción de encargar la comida para llevársela a casa.

Más de medio siglo de vacaciones ininterrumpidas en Peramola

El hotel restaurante Can Boix de Peramola hace más de 50 años consecutivos que recibe a una misma familia de Barcelona. Se trata de Albert y Montse Lladó, que desde 1966 pasan las vacaciones en esta localidad del Alt Urgell y han conocido a cinco generaciones de la familia Pallarès. “Año tras año han sido testigos de cómo ha ido evolucionando el negocio hasta convertirse en el hotel que es hoy en día”, explican los propietarios de Can Boix, mientras explican con orgullo que “la primera vez que vinieron con sus hijos, el más pequeño tenía seis años y ahora ya acuden con sus nietas”. Llegaron a Can Boix “cuando era un hostal humilde y lo han visto convertirse en el hotel de cuatro estrellas que es hoy en día”. Después de medio siglo de vacaciones Peramola, aseguran que “ya no son unos clientes más, han pasado a formar parte de la familia: para nosotros no hay mejor recompensa que recibir a visitantes como ellos”.