Revisan la 'torre de Pisa' del Urgell

Una dotación de los Bombers de la Generalitat con el camión-escalera se desplazó ayer por la mañana a Vilagrassa para llevar a cabo labores de saneamiento en la parte superior del campanario de la iglesia de Santa Maria. El alcalde, Jordi Serés, explicó a este diario que hacía meses que habían detectado que en una de las paredes había filtraciones de agua y mostraba signos de humedad. Serés añadió que decidieron avisar a los Bombers para intervenir y evitar poner en peligro la estructura del campanario. Cabe recordar que la torre del campanario presenta una peculiar inclinación que se remonta a varios siglos, de modo que para algunos es conocido como la ‘torre de Pisa’ del Urgell. A pesar de eso, según los técnicos, nada hace prever que este desvío pueda incrementarse, por lo que no supone ningún peligro. Con la ayuda del camión-escalera, los Bombers y un trabajador municipal subieron a la parte superior del campanario para comprobar que la estructura no estaba dañada. Aprovecharon para limpiar la vegetación y restos de comida de los pájaros, a la vez que eliminaron el agua acumulada en algunos puntos.

Hace cuatro años se llevó a cabo una actuación de restauración de la torre del campanario, que permitió consolidar los elementos deteriorados o que se añadieron incorrectamente en épocas recientes, además de restituir algunas piezas desaparecidas de los pilares y bóvedas. También se habilitaron nuevos accesos en el interior, se renovó el mirador e instalaron alumbrado en el exterior de la torre. La actuación contó con un presupuesto de un total de 63.900 euros y la impulsó la Generalitat, a través de Territori i Sostenibilitat, y el Institut Català del Sòl (Incasòl), el ayuntamiento de esta localidad del Urgell y el obispado de Solsona. También contó con aportaciones de la Diputación.

Un templo del siglo XIII declarado Bien Cultural de Interés Nacional La iglesia de Santa Maria de Vilagrassa fue construida entre los siglos XIII-XIV y reformada posteriormente, posiblemente en el siglo XIX. De la construcción románica solo queda la portalada del siglo XIII, perteneciente a la denominada Escola de Lleida. El campanario es de transición entre el románico y el gótico. Se trata de un edificio de una sola nave con capillas laterales construido con sillares de piedra tallada. La estructura de la torre es de planta cuadrada, tiene 24 metros de altura y está estructurado a partir de cuatro pisos de altura. Este edificio fue declarado a mediados de 2015, junto con la de Sant Pau de Narbona de Anglesola, como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en la categoría de monumento histórico. El Govern incluyó también el entorno de esta construcción para potenciar su protección.