Casarse en tiempo de la Covid

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as bodas íntimas a las que no les falta detalle siguen siendo tendencia entre las parejas leridanas, que debido a la crisis del coronavirus han tenido que posponer o replantear su enlace. El sector de la organización de eventos también ha tenido que adaptarse a las nuevas demandas y restricciones y, más allá de los tradicionales salones de bodas, ahora ofrecen a los novios la posibilidad de planificar ceremonias en cualquier emplazamiento, desde casas rurales a bosques, castillos o incluso campos de fútbol. La wedding planner Núria Ribes, que desde hace dos años dirige en Lleida la empresa Lligabosc, explica que la oferta de salones y fincas de boda en las comarcas leridanas es limitada y, debido al gran número de enlaces programados, muchas parejas no pueden casarse en la fecha que les gustaría. Ribes, que antes de la pandemia organizó una boda en un campo de frutales en La Granja d’Escarp y para el año que viene tiene previstas otras en un bosque del Valle de Pineta y en una bodega, ayuda a los novios con el diseño, la planificación y la gestión de la ceremonia desde cero. El precio para este tipo de enlaces singulares, en los que no hay infraestructura previa, puede ir más allá de los 25.000 euros, incluyendo la decoración y el catering. “El objetivo es crear bodas únicas y exclusivas, cuidando con elegancia cada detalle para ahorrar tiempo y brindar tranquilidad a las parejas”, explica esta profesional, que trabaja con proveedores de proximidad. Como requisito indispensable, las celebraciones de la nueva normalidad estarán marcadas por las restricciones sanitarias: no están permitidas las salas de baile, los invitados tienen que respetar la distancia de seguridad incluso en las mesas, ha desaparecido el servicio de bufet durante el aperitivo y, además del uso obligatorio de mascarillas, cada espacio deberá contar con dispensadores de gel hidroalcohólico, entre otras normas.