Abren una fosa de la Guerra Civil en Sorpe
Prevén encontrar los restos de una decena de hombres fusilados por el ejército franquista
El Departamento de Justicia de la Generalitat, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, ha iniciado los trabajos de apertura de una fosa de la Guerra Civil en la localidad de Sorpe, en el término municipal de Alt Àneu (Pallars Sobirà). Según la Generalitat, los arqueólogos prevén encontrar los restos de diez hombres que fueron fusilados por el ejército franquista el 17 o el 18 de abril de 1938.
Las víctimas son los hombres que en aquel momento vivían en Isavarre, un pueblo dependiendo de Sorpe. Según la memoria oral, las tropas franquistas ocuparon Isavarre el 16 de abril e hicieron concentrar a todos los hombres en la plaza del pueblo. Después los retuvieron en una capilla que hay en la población. Uno o dos días después, los trasladaron y fusilaron en la zona conocida como el prado del carpintero, cerca de una cabaña de piedras, en Sorpe. Fueron enterrados en el mismo lugar de la ejecución. Ellos mismos habían cavado la fosa, obligados por los soldados franquistas.
Días más tarde, algunos familiares se desplazaron hasta el lugar y acabaron de enterrar los cuerpos que habían quedado medio descubiertos. El Ayuntamiento de Alt Àneu instaló en 2004 un monolito con los nombres de los 10 hombres.
La Dirección General de Memoria Democrática ha documentado el episodio y ha verificado los nombres y apellidos de las víctimas. Se trata de Francesc Bringué, Francesc Móra, Ramon Sala, Joan Paulet, Francesc Capdevila, Jaume Sabaté, Albert Mateu, Josep Añel, Joan Font y Pere Sala.
Los trabajos de investigación –llevados a cabo con la colaboración del Ayuntamiento de Alt Àneu– han permitido localizar familiares vivos de 8 de los hombres enterrados en la fosa y el objetivo es poder identificar los restos cruzando el ADN de los huesos con el ADN de los descendientes.
La fosa de Sorpe es la 31.ª que la Generalitat abre a través del Plan de fosas, el programa que desde 2017 planifica y prioriza la apertura de fosas y los trabajos para identificar a las víctimas.
Las excavaciones del Plan han facilitado la recuperación de 308 personas. De éstas, ocho han sido identificadas con el Programa de identificación genética, que es el sistema que dispone de una base de datos con perfiles genéticos de familiares de víctimas y perfiles genéticos de restos localizados en fosas. Los datos se cruzan para ver si hay coincidencia genética.