ESNOTICIA
Escuelas de Lleida ciudad solicitan usar una quincena de espacios públicos
La mayoría son plazas y calles que servirían de patio y pabellones para gimnasia
Una docena de colegios e institutos de Lleida ciudad han solicitado al ayuntamiento poder disponer de espacios públicos como plazas, pabellones o algún local para el nuevo curso, fundamentalmente para las horas de recreo y las clases de educación física, con el objetivo de evitar aglomeraciones de sus alumnos como medida contra la Covid.
Las medidas para intentar evitar contagios de coronavirus que deberán aplicar los centros educativos les obligan a no mezclar a los distintos grupos de alumnos ni dentro de los edificios, ni en el patio, ni en los accesos. Muchos han optado por aplicar turnos en las horas de entrada y salida, en el patio y el comedor, pero también hay otros que han solicitado a los ayuntamientos poder utilizar espacios públicos para tener disponible más espacio. Es el caso de una docena de escuelas e institutos de Lleida ciudad que han presentado una solicitud formal a la Paeria.
Según la información facilitada por el ayuntamiento a este diario, el instituto-escuela Torre Queralt, en el Secà, ha pedido usar las plazas Andalucía y Rioja el edificio de Torre Queralt y el pabellón Juanjo Garra. Su directora explicó que las plazas están al lado de las dos sedes del centro, y servirían como patio, mientras que el pabellón acogería las clases de Educación Física de la ESO y Torre Queralt, las reuniones del claustro docente. La relación incluye a la escuela Creu del Batlle, que ha pedido disponer del piso superior; la de Llívia, que quiere usar la sala y la pista del local social del barrio; la de Sucs solicita la antigua casa del maestro; la Antoni Bergós de Butsènit, el local social, que ya venía utilizando como comedor; y la escuela Pardinyes pide disponer de la zona peatonal de la calle Enginyer Cellers y el parque anexo Lo Marraco. Por lo que respecta a los pabellones, el instituto Josep Lladonosa ha solicitado el uso del Barris Nord para de educación física de Bachillerato, cuyos alumnos irán este año a clase íntegramente en la Escuela Oficial de Idiomas (en pasados cursos compartían esta sede y la del instituto), que está justo al lado del pabellón. Por su parte, el instituto Maria Rúbies y la escuela El Carme quieren disponer del pabellón de La Bordeta. Tal como avanzó este diario, y aunque no figura en esta relación, el colegio Episcopal también ha pedido poder utilizar un tramo de Doctor Combelles como patio de los alumnos mayores y varios centros solicitan cortes puntuales de calles a la hora de entrada y salida.
Vilagrassa cierra una plaza para usarla como patio y Guissona limitará el paso en los accesos a las escuelas
En comarcas, la mayoría de ayuntamientos consultados no han recibido ninguna solicitud de espacio, como son los casos de Mollerussa, Vielha, Les Borges, Tàrrega o Tremp. En otros sí se prevé habilitar algunos puntos. En Vilagrassa, Educación ha pedido la plaza del Filador, que se ha vallado y se cerrará con puerta para utilizarla como patio escolar. Guissona, por otra parte, cerrará las calles de acceso a los tres centros de Primaria (Fedac, Faus y Estadella) al tráfico a las horas de entrada y salida de alumnos para evitar la concentración de gente. El ayuntamiento cederá además al centro Ramon Estadella la parte final del Camp d’Esports para ampliar el patio.
El Antoni Torroja de Cervera, sin patio por caída de piedras
El alcalde de Cervera, Joan Santacana, se reunirá hoy con representantes de las consellerias de Cultura (titular del edificio) y Educación para buscar una solución a los desprendimientos de la fachada y patios interiores de la Universitat. El edil recordó que el edificio alberga las instalaciones del insituto Antoni Torroja y dijo que de entrada los alumnos comenzarán el curso sin patio. Las deficiencias estructurales de las fachadas del edificio ya llevaron el pasado mes de agosto a acordonar el edificio. Los desprendimientos también afectan a las entradas de la biblioteca y el archivo comarcal ubicados en el mismo edificio. En cambio, no afectan a los estudiantes de la UNED, ya que hace dos años se recuperó la fachada Canceller d’Ou que es donde tienen su entrada. Los problemas estructurales del edificio universitario se remontan a hace más de una década. Si bien se han abordado actuaciones puntuales en las zonas más afectadas por los desprendimientos, queda pendiente una actuación general en todo el edificio, que tiene una superficie de una hectárea. El plan director de la Universidad se remonta a finales de la década de los años 90. Desde entonces se han invertido más de 2 millones de euros en el edificio, que es propiedad de Cultura.