Adiós definitivo al Aplec del 2020

Y finalmente la pandemia desatada por la Covid-19 ha obligado a cancelar una de las fiestas más multitudinarias de Lleida, el Aplec del Caragol que, tras ser aplazado ya en mayo, tendría que haberse celebrado los días 9, 10 y 11 de octubre. Así lo anunció ayer la Federació de Colles de l’Aplec del Cargoll (Fecoll), tras evaluar si finalmente era factible seguir con la programación. “En el marco de las restricciones sanitarias actuales y teniendo en cuenta que el Aplec es una fiesta de hermandad en la que llegan a congregarse e interactuar hasta más de 60.000 personas en un mismo espacio, estaba claro que la mejor decisión era suspenderla hasta el año que viene y garantizar de este modo la seguridad de todos los participantes, sin poner a nadie en riesgo”, indicó el presidente de la Fecoll, Ferran Perdrix. “Hemos seguido muy de cerca durante los últimos meses el avance de la pandemia y, al contrario de lo que pensábamos, la evolución del virus ha sido más violenta y dura de lo esperado, a pesar de los grandes esfuerzos colectivos por evitar más contagios. Es una decisión difícil de tomar, pero una fiesta como el Aplec no puede celebrarse cuando los encuentros sociales están limitados solo a diez personas. Esperamos que el año que viene la situación sea lo suficientemente buena como para poder organizar el Aplec como es debido”.

Asimismo, la Fecoll tiene previsto estudiar una a una el resto de actividades culturales de pequeño formato que organizan durante el año para ver si es posible llevarlas a cabo finalmente. Es el caso, por ejemplo, de exposiciones en la sede de la entidad, caragolades solidàries, concursos o actividades navideñas, todo con el objetivo de mantener vivo el espíritu de la fiesta y la interrelación entre las colles y los peñistas. La entidad también agradeció la comprensión de las empresas colaboradoras e instituciones.

La fiesta tiene un impacto millonario en la ciudad

El Aplec del Caragol de Lleida es mucho más que una simple fiesta gastronómica y un fin de semana de desenfreno y diversión. Y es que el impacto económico que tiene en la ciudad ha superado los siete millones en las últimas ediciones. Solo los 13.500 peñistas que participan directamente en las 107 colles se gastan en los tres días que dura la celebración más de un millón de euros. Asimismo, al presupuesto de los participantes hay que sumar el gasto de la Fecoll y el que ejercen los visitantes, que dejan en la capital del Segrià más de seis millones entre hoteles, regalos y visitas a los restaurantes.