ESNOTICIA
La calle reclama unidad
El coronavirus impone una Diada atípica sin actos multitudinarios, pero con muchas pequeñas concentraciones || Cuatro CDR detenidos en Balaguer por sabotear la línea del AVE
Llamadas a la unidad y a la amnistía en la Diada más atípica de los últimos años por las restricciones que impone la Covid-19. La calle volvió a ser la protagonista, pero esta vez no hubo ningún acto masivo, sino muchos de pequeño formato repartidos por toda la geografía catalana y una sonora marcha de más de 250 coches en Lleida.
Los autocares, los grandes protagonistas de las últimas Diades, brillaron ayer por su ausencia. El soberanismo volvió a salir un año más a la calle, pero el coronavirus impuso un Onze de Setembre atípico en el que no tuvo cabida ningún acto multitudinario, sino muchos de pequeño formato repartidos por toda la geografía catalana. Òmnium Cultural colocó ayer 120 sillas vacías en la plaza Pau Casals de Lleida, frente a su sede, para visibilizar que “120 independentistas han sido represaliados en Ponent”. Precisamente ayer se produjeron cuatro nuevas detenciones de miembros del CDR de Balaguer que habrían saboteado de madrugada la línea del AVE, aunque sin consecuencias para la circulación de trenes (ver página 6), lo que motivó una concentración de apoyo frente a la Comandancia de la Guardia Civil en el Secà de Sant Pere.
También se desplegaron unas grandes pancartas frente a la delegación de Hacienda y en la canalización del río Segre, donde se podía leer “independencia” sobre el césped. Por su parte, la ANC se las ingenió para tomar la calle sin infringir las normas sanitarias anti-Covid y más de 250 vehículos participaron en una marcha lenta que durante cerca de tres horas recorrió la capital del Segrià (ver página 5), que se llenó una vez más de estelades. El destino final de los manifestantes sobre ruedas fue el aparcamiento de la Fira, junto a los Camps Elisis. Los organizadores levantaron una estelada de diez metros de altura y entonaron El cant de laSenyera i Els Segadors. En su
Los participantes en la marcha de coches de Lleida dedicaron la Diada al personal sanitario
manifiesto, dedicaron la Diada
de este año “a todo el personal
sanitario que ha luchado contra
la pandemia del coronavirus” y reclamaron recurrir a la vía unilateral para lograr la independencia.
La consigna más repetida ayer por las personas que participaron en alguno de los actos reivindicativos que se multiplicaron por todo el país fue la llamada a la unidad de los partidos políticos. Tanto la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, como el vicepresente de Òmniu, Marcel Mauri, se mostraron muy críticos. Paluzie abroncó a JxCat y ERC por su división y les urgió a que hagan una propuesta conjunta para culminar el proceso independentista, porque “la paciencia de la gente no durará para siempre”. Mauri, por su parte, clamó que “ya basta de peleas y debates estériles”.
El Roser volvió a imponerse ayer a la Seu Vella en las tradicionales ofrendas florales, por su carácter más simbólico. En Barcelona, el monumento a Rafael Casanova vivió una Diada de excepción sin público y una representación muy reducida de las instituciones y entidades. Según el departamento de Interior, se contabilizaron 185 concentraciones en Catalunya, más de las previstas inicialmente, aunque todas transcurrieron sin incidentes. La más pequeña fue la de La Vall de Boí, que debía reunir a una docena de personas frente a los ábsides de Sant Climent de Taüll, aunque finalmente se reunió a más.
La ANC dijo que había logrado movilizar a 59.500 manifestantes en una Diada de mínimos. Es la cifra que se había marcado para no poner en riesgo a los asistentes por las restricciones sanitarias. De hecho, los actos estuvieron señalizados para evitar aglomeraciones, lo que dio pie a imágenes de concentraciones inusuales. Así, en Mollerussa se cortó la antigua N-II frente a la iglesia, pero los concentrados estuvieron separados por más de dos metros.