IGLESIA FORMACIÓN
Solsona recupera vocaciones religiosas
Su diócesis ha pasado de tener solo un seminarista en 2010 a siete en estos momentos || El obispo Xavier Novell nombra al 'mossèn' Marc Majà encargado de la gestión del Seminari Major
La vocación religiosa en la diócesis de Solsona va en aumento en los últimos años. Si en 2010 tan solo contaban con un seminarista, diez años después son un total de siete, según anuncia el obispo de Solsona, Xavier Novell, en su carta dominical de hoy. En este sentido y debido al aumento de seminaristas, Novell ha nombrado este verano al mossèn Marc Majà, hasta ahora rector de Berga y de todas sus parroquias asociadas, como encargado del Seminari Major de Solsona. “Hace un par de años ya intuía que el trabajo del Seminari Major desbordaría mis responsabilidades, pero se me antojaba difícil nombrar a un rector ya que eso supondría restarle uno a alguna de las parroquias más grandes”, asegura Novell en su escrito. Asimismo, el obispo de Solsona indica que este nombramiento es tan solo un aspecto más del plan de acción que la diócesis está ultimando para el Seminari Major con el objetivo de conseguir ‘pastores de comunidad parroquiales’ que estén “espiritualmente probados, intelectualmente formados, humanamente maduros y pastoralmente con vocación de misioneros”. En esta línea, Novell asegura que todavía se está trabajando en este plan de acción y que tienen previsto hacer público en las próximas semanas. Con respecto al incremento de personas que se están formando para ejercer el ministerio sacerdotal, destaca en su carta que es una alegría tras haber padecido “una sequía vocacional durante los últimos años” y asegura que este aumento ha sido posible gracias “al trabajo de las familias, parroquias, la delegación de vocaciones del Seminari Menor en familia y el santuario de Lord”.
El obispado de Lleida cuenta con 27 animadores de comunidad laicos La diócesis de Lleida cuenta actualmente con 27 animadores de comunidad, la mitad de los cuales son mujeres. Desde que en 2014 el anterior obispo de Lleida, Joan Piris, nombrara a los primeros cinco, tres promociones más han pasado por el Institut Superior de Ciències Religioses de Lleida (Irel), centro encargado de impartir los dos años de formación necesarios para convertirse en animador. Se trata de laicos que ejercen como responsables de las parroquias, trabajando conjuntamente con el mossén, con el objetivo de poder contrarrestar los efectos del descenso de sacerdotes y la falta de vocaciones de los últimos años. Entre sus funciones está “oficiar” misas (celebrar la palabra), dar la comunión o bautizos, entre otros cometidos.