GUERRA CIVIL MEMORIA HISTÓRICA
Hallan a seis fusilados en el Pirineo leridano
Justicia inició hace tres semanas la apertura de una fosa común en la que el ejército franquista enterró a 10 vecinos de Isavarre ejecutados || Sus descendientes quieren darles sepultura digna
El departamento de Justicia ha recuperado los restos óseos de seis de los diez vecinos de Isavarre y Borén que las tropas franquistas fusilaron y enterraron en una fosa común que ellos mismos cavaron en Sorpe, en una zona conocida como Prat del Fuster, entre el 17 y el 18 de abril de 1938. Los trabajos de apertura se iniciaron el pasado 2 de septiembre con la presencia de familiares de los fallecidos, que ayer regresaron a Sorpe para ver la evolución de los trabajos y para que les tomaran muestras de su ADN con el objetivo de identificar los cuerpos (ver desglose).
La consellera de Justicia, Ester Capella, recordó que “el medio de represión que tenía el ejército franquista cuando “tomaba”un territorio era fusilar a la población civil”. Capella también afirmó que “podría haber otra persona enterrada y que sería un soldado que se negó a participar en el pelotón de fusilamiento”. Los diez fallecidos en Prat del Fuster son Francesc Bringué, Francesc Móra, Ramon Sala, Joan Paulet, Francesc Capdevila, Jaume Sabaté, Albert Mateu, Josep Añel, Joan Font y Pere Sala y tenían entre 32 y 59 años cuando fueron ejecutados.
Capella: “Podría haber también un soldado enterrado que se negó a fusilarlos”
Juanita Cónsul, de 85 años y nieta de Ramon Sala, afirmó que “lo enterraron como a un perro y nuestra alegría ahora será la de poderlo llevar al cementerio de Isavarre”. Cónsul, que tenía tres años cuando fusilaron a su abuelo materno, todavía recuerda cómo se llevaron a su familiar. “Vino acompañado por unos soldados y nos dijo: ‘no lloréis que ya volveré’. No regresó”, explicó. Maria Paulet, nieta de Joan Paulet, comentó que “queremos enterrarlo junto a su viuda y el resto de familiares”. Tres nietos de Jaume Sabaté también se hicieron las pruebas y afirmaron que “ahora podrán ser enterrados dignamente”. Los arqueólogos esperan hallar restos de los otros cuatro fusilados en las próximas dos semanas.
Recogen muestras de ADN a los familiares de los fallecidos Los familiares de los fusilados estaban citados ayer por la mañana en el CAP de Esterri d’Àneu para que dos genetistas del hospital Vall d’Hebron de Barcelona les tomaran muestras de ADN con el objetivo de poder identificar los cuerpos que se recuperen de la fosa. Ivon Cuscó, una de las genetistas, explicó que “a los familiares les hemos hecho un frotis bucal para obtener sus células que nos permitirán conseguir su perfil genético”. Estas muestras se cruzarán con los perfiles hallados en los restos óseos. “Es un procedimiento más complicado porque han estado muchos años en la fosa, por lo que será un proceso más largo”, añadió Cuscó. El programa de identificación genética cuenta con unas 2.000 muestras de ADN de donantes vivos y de unos 200 perfiles genéticos de los restos de las fosa. En este último caso, el coste de la extracción de cada individuo es de unos 1.000 euros.