Prevén un aumento de la temperatura en Cataluña de entre los 2 y 3 grados en 2050

El incremento de la temperatura entre los años 2001 y 2018 ha sido más marcado de lo que indicaban las proyecciones climáticas del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) realizadas los años 2010 y 2012. Las proyecciones apuntan a una continuidad en el ascenso de la temperatura los próximos decenios. Así lo han explicado este miércoles la secretaria de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Marta Subirà, y el director del SMC, Eliseu Vilaclara, en el acto de presentación de los nuevos escenarios de cambio climático.

Durante su intervención, la secretaria ha destacado que “una de las herramientas para emprender políticas efectivas en el ámbito adaptación es disponer de una buena diagnosis de las características del cambio climático”, y en este sentido, ha subrayado que “el Servicio Meteorológico de Cataluña y la Oficina Catalana del Cambio Climático se convierten en dos piezas clave en sus ámbitos de actuación”. Ha recordado que “las proyecciones climáticas y la Estrategia Catalana de Adaptación al Cambio Climático recorren caminos paralelos, porque sin el conocimiento de qué está pasando y qué puede pasar difícilmente podremos aplicar políticas eficaces y efectivas”.

Marta Subirà ha alertado de que “estamos ante riesgos de notable magnitud tanto para los ecosistemas como para los sectores socioeconómicos que dependen de ellos” y ha afirmado que “el decenio 2021-2030 es clave para la lucha contra el cambio climático con respecto a la mitigación y adaptación”. “Aunque la prioridad es dar una respuesta urgente a la crisis sanitaria por la COVID-19 de ninguna manera podemos posponer los cambios transformadores que necesitamos para el futuro, porque de alguna manera son complementarios”, ha sentenciado.

Por su parte, el director del SMC, Eliseu Vilaclara ha apostado por “aprender de la experiencia que hemos vivido con la pandemia actual en la mitigación del cambio climático”, porque “cuando nos hemos visto amenazados en primera persona no nos ha costado hacer un cambio de vida”. La realidad, ha dicho, es que “con el cambio climático no nos vemos amenazados a corto plazo, aunque los cambios ya se están viendo.” En este sentido, ha recordado que “hemos vivido tres temporales de primera magnitud en seis meses, y hemos visto minihuracanes en el Mediterráneo que hacía mucho que no se veían”.

Más de 2 ºC de incremento a mediados del siglo XXI

Los resultados más significativos de las proyecciones futuras que ha elaborado el SMC indican que la temperatura se proyecta que aumente en toda Cataluña, independientemente del escenario, del modelo considerado o de la escala temporal. El incremento térmico medio para e2050 se podría situar entre los 2 y los 3ºC respecto del periodo de referencia 1971-2000.

El aumento para la temperatura máxima, en valores promedios, sería mayor que el proyectado para la temperatura mínima: 2,4 ºC vs. 1,9 ºC. En caso del escenario intensivo, y especialmente al Pirineo Occidental, algunas simulaciones indican que el incremento podría ser mayor, pero conservando el mismo patrón: 4 ºC vs. 3 ºC. Geográficamente, los mayores incrementos proyectados se localizarían en el Pirineo, y los menores en la franja litoral. Este incremento de la temperatura comportaría una extensión de los valores veraniegos hacia finales de la primavera, así como en el inicio del otoño.

Con respecto a los extremos climáticos, los días de calor (temperatura máxima superior o igual a 30ºC), días tórridos (temperatura máxima superior o igual a 35ºC) y DLG (días libres de helada) se proyecta que aumenten acusadamente, y que para el escenario más intensivo podrían ser superiores a los +28, +7 y +25 díass/año, respectivamente. Las noches tropicales (temperatura mínima superior o igual en 20ºC) podrían alcanzar incrementos a mediados de siglo XXI de +25 días/año en la fachada litoral y bajo el mismo escenario. Por el contrario, el número de días de helada disminuirá de manera evidente por todas partes, siendo el Pirineo, con una bajada superior a los 40 días/año, el área más afectada.

Las proyecciones hacia finales de siglo XXI configuran una aceleración evidente en el incremento de la temperatura, que para el escenario más intensivo podría ser de hasta 5ºC respecto de la media climática 1971-2000.