DEMOGRAFÍA BODAS
Lleida registra en 2019 la cifra más baja de bodas en 40 años
Los matrimonios volvieron a registrar el año pasado una tendencia a la baja en las comarcas leridanas, pese al repunte de las ceremonias entre personas del mismo sexo y las que se celebran por lo civil. Según la estadística publicada esta semana por Idescat, en 2019 se contabilizaron un total de 1.274 matrimonios en la provincia de Lleida, lo que supone una caída del 5,7% respecto a 2018. El análisis de los datos demuestra que el descenso de los matrimonios ha sido continuo en los últimos cuatro años, ya que en 2015 repuntaron. Sin embargo, el año pasado la demarcación registró la cifra de uniones matrimoniales más baja de la serie histórica del Idescat, que alcanza hasta el año 1976.
Por tipo de celebración, las bodas civiles siguen predominando dejando los actos religiosos a un porcentaje residual en Ponent. En 2019, cerca de nueve de cada diez matrimonios se celebró en un acto exclusivamente civil. Un porcentaje que mantiene su tendencia al alza y contrasta con la cifra de hace una década, cuando las bodas civiles solo eran el 28% del total. En cuanto a la edad de los cónyuges, la mayoría de las uniones se celebran entre los 30 y los 39 años, mientras que el año pasado se contabilizó un ligero aumento de las bodas de menores de 20 años, con 12 enlaces, y de los mayores de 65, con 14 bodas. En cuanto a los matrimonios gays, 2019 fue el año con más uniones en siete años, con un total de 26, nueve más que en 2018.
La mayoría de los enlaces se han pospuesto este año por la Covid
Las restricciones aplicadas a la ciudadanía y sectores económicos a causa de la pandemia ha obligado a la mayoría de las parejas a posponer el enlace que tenían previsto celebrar este año. Los que sí lo han llevado a cabo han tenido que cumplir medidas estrictas de seguridad sanitaria, con invitados limitados, mascarilla y sin baile, entre otras. El coronavirus también ha impulsado enlaces a medida y personalizados para unos novios que buscan espacios alternativos, en zonas rurales y al aire libre como campos de frutales o bodegas, que han podido ser una solución en verano para sortear la pandemia. Sin embargo, son muchos los que han decidido posponer al año próximo el enlace, o incluso, hasta que finalice la actual situación de excepcionalidad. Esto ha supuesto un golpe para un sector ya castigado por las restricciones.