Solidaridad para poder comer

La factura social y económica que está provocando desde hace más de siete meses la crisis sanitaria desatada por la Covid-19 crece a día a día. Los sucesivos confinamientos, cierres de establecimientos y las reducciones de aforo, entre otras medidas impuestas por las autoridades sanitarias, se han traducido en una falta de ingresos, en algunos casos total, para miles de personas. Es por eso que la labor humanitaria que llevan a cabo entidades como Creu Roja es esencial. En este sentido, en el marco de la segunda fase del Programa 2020 de Ayuda Alimentaria, financiado en un 85% por la Unión Europea, y en un 15% por el Estado, Creu Roja Lleida repartirá en los próximos dos meses, un total de 199.741 kilos de alimentos, a través de 34 entidades sociales, y la organización calcula que se beneficiarán alrededor de 11.000 usuarios en riesgo de vulnerabilidad. Estas cifras muy similares a las de la primera fase del programa que se desarrolló durante los meses de junio a agosto de este año, cuando se repartieron 157.000 kilos entre un número similar de personas. En toda Catalunya, Creu Roja entregará 2’5 millones de kilos de alimentos hasta diciembre a más de 124.000 personas. Durante el primer trimestre del 2021, está previsto que tenga lugar la tercera y última fase del programa. Los alimentos que se distribuyen son de carácter básico, no perecederos y de fácil almacenaje. Entre ellos se encuentran botes de legumbres, atún y sardinas en conserva, paquetes de arroz o aceite, entre otros.

Por otro lado el programa Creu Roja Respon, activo desde marzo y que nació a raíz de la pandemia, ha atendido en Ponent a 35.000 personas, de las que un 30% son usuarios nuevos. Han repartido lotes de comida, higiene y efectuado llamadas de acompañamiento, entre otras actividades.

De carácter básico y no perecederos como botes de legumbres, sarditas y atún en lata, arroz o aceite

Más de 430.000 niños y niñas en Catalunya viven sin suficientes recursos, según Save the Children

En esta línea, la última encuesta de la entidad solidaria ya señalaba el pasado mes de junio que las familias con menos recursos son las que más están padeciendo los efectos de la crisis sanitaria. En este sentido, estos hogares han visto reducidos sus ingresos en un 31%, lo que supone una ganancia anual de apenas 7.000 euros, cuando antes de la pandemia ingresaban de media unos 10.100 euros al año. Varios meses después del inicio de la crisis, el 32% había perdido su trabajo. Por todo ello, la ONG pide a las administraciones que desarrollen políticas económicas que ayuden a afrontar esta crisis económica con una perspectiva centrada en los más pequeños.

La entidad indica además que las medidas llevadas a cabo hasta el momento en este colectivo son ineficaces ya que solo reducen los niveles de pobreza infantil en un 20%, mientras que a las transferencias que se efectúan para las personas de la tercera edad consiguen rebajar su pobreza más de un 80%. Además, la organización recalca que el coste mínimo para criar a un hijo dignamente es de 626 euros mensuales.

La tasa de pobreza infantil llegará al 35% en Catalunya finales de año Save the Children calcula que la tasa de pobreza infantil será de casi el 35% en Catalunya a finales de año debido principalmente a los efectos de la pandemia de la Covid-19. Concretamente, la entidad destaca que el índice se situará en el 34,6% y alerta de que ya son más de 430.000 los niños y niñas catalanes que viven en situación de pobreza y que el coronavirus empeorará todavía más la situación de las familias más vulnerables. Asimismo, Save the Children también remarcó el riesgo de pobreza entre las familias monoparentales, principalmente encabezadas por mujeres, que aumentará del 47% al 50%. Por este motivo, solicita reformular la Renta Garantizada de Ciudadanía y transformarla en una ayuda por hijo a cargo.