BALANCE ECONOMÍA
A la Iglesia le salen las cuentas
Las tres diócesis leridanas ingresaron el año pasado más de 12,5 millones de euros, un millón más que en 2018 || Las cantidades recibidas por alquileres de bienes inmuebles se duplicaron
Las diócesis de Lleida, Solsona y Urgell recaudaron el año pasado un total de 12.577.171 euros que destinaron a actividades pastorales, la conservación de su patrimonio y el pago del sueldo tanto del clero como del personal seglar. Esta cantidad supone un aumento de 1,2 millones (10,69%) respecto al ejercicio anterior, cuando percibieron 11.362.579 euros. Según las cuentas publicadas por la Iglesia, la mayor fuente de ingresos fue la asignación tributaria que eligen los contribuyentes en su Renta, superando los 4,6 millones de euros. La segunda partida más cuantiosa vino de los ingresos por servicios, las subvenciones públicas corrientes y las aportaciones de Instituciones Diocesanas, que coparon el 20% de la recaudación de las diócesis leridanas. Si bien las aportaciones de los fieles (en el cepillo durante las ceremonias religiosas, las colectas o las suscripciones anuales) cayeron el año pasado un 14,4% al pasar de 3,3 millones en 2018 a 2,8 el año pasado, una de las razones del incremento en las recaudaciones son los ingresos de patrimonio, que incluyen los alquileres de sus bienes inmuebles, y que en el último ejercicio se duplicaron hasta los 1.340.814 euros, lo que supuso un 10,6% del total de los fondos que obtuvieron las obispados.
Por diócesis, la de Urgell repitió el año pasado como la institución que más ingresos obtuvo, con 5,07 millones de euros. Asimismo, fue la que más invirtió en la conservación de edificios, compras para el culto y otros gastos de funcionamiento, con una factura que ascendió a los 2.300.652 millones. En cuanto al pago de sacerdotes, destaca que la diócesis de Lleida fue la que más presupuesto destinó a esta partida (más de 1,14 millones) y la que menos personal laico tiene. De sus cuentas se desprende que acabó el año con un superávit de más de 87.000 euros. Por último, la diócesis de Solsona fue la que menos ingresó de las tres, si bien cerró el ejercicio con un superávit de casi 290.000 euros. Según el balance económico de los tres obispados, el gasto del año pasado fue el mismo que el dinero percibido.
SOS de Càritas ante la crisis económica por la segunda ola de contagios
Las diez Càritas con sede en Catalunya han impulsado una campaña con el objetivo de obtener recursos para responder a las consecuencias económicas y sociales de la segunda ola y un posible confinamiento. ‘La pobreza también rebrota’ es el lema de la campaña de Càritas y su presidente, Francesc Roig, advirtió ayer de que “ya se está detectando una nueva llegada de personas a los despachos de la entidad y que es necesario estar preparados para afrontar la nueva situación”. “Muchas de las Càritas con sede en Catalunya ya han agotado el presupuesto que tenían previsto para todo 2020. Ante este contexto, apelamos a la solidaridad de la ciudadanía para continuar garantizando las ayudas”, señaló Roig.
Entre marzo y mayo, las Cáritas diocesanas de Lleida, Urgell y Solsona ya triplicaron las ayudas económicas destinadas a necesidades básicas, principalmente alimentos. Según este balance, durante los primeros meses de la pandemia atendieron a 1.615 familias, beneficiaron a más deà5.000 personas. Asimismo, del total de usuarios atendidos, un 40% eran nuevos, lo que significa que antes no habían pedido ayuda o que hacía años que no la necesitaban. Ante el aumento de la demanda de ayuda en todo el territorio, a principios de mayo entró en funcionamiento un nuevo proyecto Càritas en la parroquia de Almacelles. “Es una situación que nos recuerda a la crisis de 2008, con la diferencia que esta ha afectado a todos los sectores económicos sin excepción, también a la economía sumergida”, explicó ayer el presidente de Càritas Catalunya. La campaña solidaria estará activa durante todo el mes de noviembre.