Un tratamiento experimental puede reducir el riesgo de metástasis en el cáncer de recto avanzado
Vall d'Hebron participa en un estudio que podría cambiar la estrategia terapéutica de la enfermedad en los próximos años
Un nuevo tratamiento experimental puede reducir el riesgo de metástasis en el cáncer de recto localmente avanzado, que es uno de los principales problemas que tienen los pacientes con esta enfermedad. Así lo demuestran los resultados de un ensayo en fase III que acaban de publicarse en la revista 'The Lancet Oncology' y en el que Vall d'Hebron ha participado como uno de los máximos reclutadores internacionales. El tratamiento consiste en aplicar primero una radioterapia de corta duración, seguida de quimioterapia preoperatoria para mejorar el control sistémico y retrasar la cirugía. El ensayo RAPIDO demuestra que el tratamiento es capaz de reducir un 31% el riesgo de metástasis y que se puede duplicar la tasa de desaparición completa del tumor, que pasa del 14% al 28%.
El ensayo ha sido multicéntrico, internacional y aleatorizado y ha tenido como coordinador estatal el doctor Andreu Cervantes, director general y científico del Instituto de Investigación Sanitària INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia. Han participado cinco centros españoles, entre los cuales destaca el Vall d'Hebrón Instituto de Oncología (VHIO), que forma parte del Campus Vall d'Hebron.
"Hemos podido ofrecer a los pacientes un tratamiento pionero que les ha permitido adelantarse prácticamente una década en lo que será el nuevo tratamiento estándar de esta enfermedad", explica el doctor Jaume Capdevila, oncólogo médico del Hospital Universitario Vall d'Hebron e investigador del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO.
Según el estudio, el tratamiento conseguiría mejorar los resultados de supervivencia libre de enfermedad a los tres años en pacientes con cáncer de recto con alto riesgo de recaída local y/o sistémica.
Un cambio de tratamiento
El tratamiento estándar hasta hoy en pacientes diagnosticados de adenocarcinoma primario rectal con alto riesgo de recaída consiste en la administración de radioterapia y quimioterapia preoperatoria y posterior cirugía entre ocho y doce semanas después. Posteriormente, se administraba otra quimioterapia durante cuatro meses.
"Esta estrategia de tratamiento provocaba que los pacientes no pudieran recibir un tratamiento con quimioterapia sistémica para eliminar las micrometástasis hasta después de la cirugía, entre unos cinco y seis meses después de la diagnosis del cáncer de recto. Este hecho condicionaba el patrón de recaída de la enfermedad, que ya no era local, sino a distancia, en forma de metástasis", observa el doctor Capdevila.
Con el objetivo de dar un tratamiento sistémico más intenso con quimioterapia de manera más precoz, se tenía que modificar toda la estrategia terapéutica del cáncer de recto. Así, la quimioterapia se puede administrar antes o después de la radioterapia. Y todo, antes de la cirugía.
"De esta manera se está permitiendo no sólo controlar la enfermedad a escala local, sino también luchar contra las micrometástasis y aumentar las probabilidades de curación", destaca al oncólogo médico de Vall d'Hebron.
En el estudio RAPIDO han participado 912 pacientes de 54 centros de siete países –España, Holanda, Suecia, Eslovenia, Dinamarca, Noruega y los Estados Unidos– con diagnóstico de cáncer de recto localmente avanzado.
El estudio ha recibido financiación del Instituto de Salut Carlos III (ISCIII), del Ministerio de Sanidad, a través de la plataforma CAIBER de Investigación Clínica independiente, y ha contado con la participación de la Plataforma SCREN de ensayos clínicos.
Cada año se diagnostican más de un millón de personas con cáncer colorrectal en el mundo y más de 500.000 mueren a causa de esta enfermedad. El pronóstico de los pacientes ha mejorado durante las últimas décadas, con una supervivencia a los cinco años que ha alcanzado casi el 65% en los países desarrollados.