ESNOTICIA
Las secuelas no tienen edad
Casi 7.000 leridanos de menos de 30 años se han contagiado de la Covid y, aunque para la mayoría la enfermedad ha sido leve, hay algunos que aún padecen sus efectos meses después || Dificultad para respirar, diarreas, pérdida de memoria, olfato y gusto y hasta psoriasis, entre ellos
Un total de 6.960 jóvenes de hasta 29 años de las regiones sanitarias de Lleida y del Alt Pirineu i Aran se han contagiado de la Covid-19. Según el departamento de Salud, 1.356 tienen hasta 9 años; 2.494, entre 10 y 19; y 3.110, entre 20 y 29. Son casos confirmados por una prueba PCR, test rápido de antígenos o por una serología, que detecta los anticuerpos del virus. Responsables de las unidades de Pediatría y de la UCI del hospital Arnau de Vilanova explican que el ingreso de menores, adolescentes y jóvenes por el coronavirus han sido pocos a lo largo de estos meses y la mayoría lo sufren como una gripe o sin síntomas. Sin embargo, hay casos de jóvenes que después de haber superado el virus, se han dado cuenta que no mantienen al 100% su vida diaria. En muchos de ellos, la secuela más común es la dificultad para respirar cuando caminan rápido, corren, suben escaleras o hacen un esfuerzo físico, aunque también hay casos de pérdidas de memoria, olfato y gusto, diarreas y hasta psoriasis, con manchas en el cuero cabelludo.
Dos de estos jóvenes leridanos, Álvaro y Marc, comparten la consecuencia de la dificultad de respirar y el cansancio a la hora de hacer esfuerzo, pero confían que con el paso del tiempo mejoren.
Por lo que respecta a las secuelas de los pacientes que han pasado por la UCI del Arnau, el jefe del servicio, Jesús Caballero, afirma que las más comunes son las respiratorias y la pérdida de fuerza física. “También hay personas que tardan tiempo en recuperar el olfato”, señala Caballero, quien explica que él mismo sufre esta secuela después de contagiarse durante la primera oleada de la pandemia. “Hay quienes tienen tendencia a sufrir trombos (coágulos en la sangre) o arritmias, pero también se dan casos de secuelas neuropsicológicas, como depresión y el hecho de recordar la estancia en la UCI como algo muy negativo”.
Y es que el proceso de recuperación es vital para que los enfermos puedan volver a una cierta normalidad para superar las limitaciones. Para ello, los psicólogos aseguran que es muy importante el apoyo que reciben de sus familiares para superar unas secuelas que continúan arrastrando meses después de superar el virus.
En Catalunya se ha formado una plataforma de apoyo mutuo llamado Colectivo de Afectados Persistentes por la Covid-19, que integran unas 1.300 personas. Sufren síntomas invalidantes de la Covid más allá de la fase aguda de la enfermedad, que en muchos casos fue leve o moderada, y la mayoría son mujeres. El colectivo se siente invisibilizado y muchos no cuentan con una PCR positiva porque al principio no se hacían pruebas.