SEPELIOS CEREMONIAS
Último adiós en tiempos de pandemia
Lejos de familiares y amigos, con limitaciones de aforo y sin poder abrazar a las pocas personas que tenían cerca. De esta forma tuvieron que afrontar la pérdida de un ser querido multitud de leridanos durante los primeros meses del estado de alarma, cuando tampoco estaban permitidas las ceremonias en iglesias y cementerios. Para empezar a cerrar la herida del duelo, muchas familias han optado por posponer el funeral y celebrar una ceremonia postmortem con ayuda de especialistas en estos actos, como la leridana Remei Capitán, responsable de la empresa Agraïments. “Las restricciones sanitarias provocaron que muchas familias no pudieran comenzar el duelo. Aunque tuvieron que esperar varios meses para compartir con toda la familia este momento, este último adiós que se merecía su ser querido supone una liberación”, explica la impulsora de la empresa dedicada a la organización de funerales laicos o religiosos personalizados. Asegura que, “además de acompañar a las familias en un momento en que es complicado gestionar trámites, el objetivo es convertir el último adiós a un ser querido en un homenaje a su vida”. Aunque con mascarilla y distancia, “las familias quieren esperar a poder estar juntas para despedirse de los suyos”, explica Capitán.