Una década del veto al tabaco en espacios cerrados

La ley que eliminó el tabaco de espacios públicos cerrados cumplió ayer 10 años. Esta endureció la de 2005, cuando empezó el destierro del tabaco en España. Expertos destacan los avances “muy importantes” en la protección del humo y en la concienciación. No obstante, señalaron que faltan más acciones en los últimos años, una regulación estricta del cigarrillo electrónico y más políticas de prevención. También temen que la Covid pueda incrementar la adicción o reducir la demanda para dejar de fumar. El jefe del servicio de Prevención y Control del Tabasquismo de la Agència de Salut Pública, Josep Maria Suelves, destacó que la ley ha contribuido a continuar reduciendo el consumo y a proteger del humo los espacios regulados, como los lugares de trabajo, y también el interior de los hogares. El jefe de Cardiología del hospital Vall d’Hebron, Ignacio Ferreira, explicó que la normativa es una de las “más importantes” para reducir la incidencia y la mortalidad de enfermedades cardiovasculares y destacó la protección de los no fumadores. Suelves recordó que Salud prepara una nueva ley de adicciones, que prevé prohibir fumar en espacios como los vehículos. Consideró que esto debe ir acompañado de acciones a nivel estatal, como la fiscalidad del tabaco o eliminar marcas de los paquetes para que “dejen de ser publicidad móvil”.