ESNOTICIA
Europa vuelve a ser la zona cero
La eclosión de la nueva cepa británica, más contagiosa, y el efecto de la Navidad disparan los contagios y muertes por Covid en todo el continente || China afronta el peor rebrote en meses y Biden elige un nuevo director para coordinar la vacunación en el país más afectado del mundo
El coronavirus ha obligado a dejar en suspenso muchas de las tradiciones que año tras año se repetían, y que parecía que nunca iban a interrumpirse. Las Nocheviejas multitudinarias, la oleada de turistas en las costas del sur de Europa en verano, las procesiones de Semana Santa en media España o las Fallas en València son algunos de los eventos que han quedado en suspenso, y sin fecha de reactivación, por culpa de la pandemia. Ahora bien, la que no ha faltado como cada año a su cita ha sido la cuesta de enero. Una cuesta de enero, no obstante, diferente a la de los otros años. Si antaño obligaba a apretarse el cinturón y echar mano de las rebajas después de atracón consumista y alimenticio de la Navidad, este 2021 se ha manifestado en forma de crecimiento explosivo de los contagios de Covid en Europa. De esta forma, el Viejo Continente vuelve a ostentar en este momento el dudoso honor de ser la zona cero del virus a escala planetaria. La eclosión de la variante británica de la Covid, más contagiosa que las anteriores, unida al efecto provocado por las reuniones celebradas con motivo de las fiestas navideñas han provocado que algunos Estados europeos estén registrando sus cifras más altas de contagios y fallecimientos diarios de toda la crisis sanitaria.
Más allá del caso de España, que el viernes cosechó su número más alto de infecciones en un solo día, prácticamente 40.200, Portugal se subió ayer al tren de los récords y notificó 10.947 contagiados y 166 fallecidos, cifras no vista hasta ahora en territorio luso. Y es que el annus mirabilis que estaba llamado a ser 2021, con el inicio de la campaña de vacunación y el principio del fin de la Covid, se está quedando de momento en un epílogo del annus horribilis que fue 2020. Los portugueses, confinados prácticamente como la primavera pasada, observan como aún es pronto para que las restricciones a las que se someten den sus frutos. También Francia ha optado por la mano dura, adelantando el toque de toque, ante la escalada de casos. Alemania, mientras tanto, revisará la próxima semana sus medidas contra la pandemia, después de rebasar ayer la barrera de los 45.000 fallecidos. Chequia, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, tiene a 10 de sus regiones entre las 20 del continente con más afectación de la Covid en los primeros días de este año. En cambio, donde sí que empiezan a atisbarse los efectos de las restricciones es en el Reino Unido, donde ayer se notificaron poco más de 41.000 casos, unos 14.000 menos que el viernes. Aun así, la presión hospitalaria continúa por las nubes, y la situación en Londres es tal que, según desveló The Guardian, algunos pacientes tuvieron que ser trasladados a Newcastle, a unos 500 kilómetros de distancia, ante el colapso asistencial.
Trasladan a pacientes a 500 kilómetros de distancia por la presión que soportan los hospitales londinenses
La primera fase del plan de vacunación indio prevé administrar dosis a 300 millones de personas
Con todo, el deterioro de la situación de la pandemia en los primeros compases de 2021 no se ha producido sólo en Europa. China está experimentando los peores brotes de la enfermedad en meses, y esta semana ha notificado el primer fallecimiento por coronavirus desde el mes de mayo. Ayer declaró 130 positivos, sobre todo en Hebei, pero también un par de casos en Pekín. En paralelo, Joe Biden se prepara en los Estados Unidos para asumir la presidencia y tener que lidiar con un virus del todo desbocado que, en términos absolutos, ha convertido al país en el triste líder en número de fallecidos, casi 393.000, y contagiados, unos 23,55 millones. David Kessler será su hombre para dirigir la campaña de vacunación, la gran esperanza contra el virus.