Helados históricos 'made in Lleida'

La historia de la industria heladera en Catalunya no puede escribirse sin el nombre de Jaume Casañé Bellet. El fundador de la casa Glas y creador junto a su tío de la icónica Naranja Tropical falleció el pasado 6 de enero a los 79 años, dejando como legado una marca que ha sabido mantenerse en lo más alto del sector sin perder su sello artesanal. La empresa leridana encuentra sus orígenes a finales de la década de los cuarenta, cuando la familia Casañé abrió una pequeña horchatería en la calle Blondel. Setenta años y tres generaciones después, el negocio ha pasado por un obrador en el Canyeret y una fábrica en la calle Unió, hasta llegar a su sede actual en la partida de la Mariola. “El sector ha experimentado muchos cambios a lo largo de los años pero si hemos sabido mantener nuestro lugar en el marcado durante tanto tiempo ha sido gracias a que siempre hemos apostado por un producto y una materia prima de máxima calidad”, explica Núria Casañé, hija de Jaume Casañé y actual directora de Gelats Glas. Si el negocio original se centraba en la elaboración de horchata, cuajada y unos pocos helados, la casa cuenta hoy en día con un catálogo de productos con más de 200 referencias, entre los que se encuentran dulces de elaboración propia y otros tantos productos congelados (canelones, nuggets de pollo o patatas fritas) que distribuyen a multitud de restaurantes.

Una de las últimas apuestas es la línea de polos ‘Glas nature’, elaborados exclusivamente con frutas y verduras. Y es que, aunque la Naranja Tropical, el crocanti, la tarta helada −que según Glas, fue la primera en comercializarse en España en 1953−, y la nata siguen siendo algunos de los buques insignia de la empresa, “no dejamos de innovar día tras día”. En un mercado marcado por la competitividad y el cambio constante, esta empresa ha mecanizado algunos procesos de producción sin renunciar a la tradición artesanal: en las tartas de crema se carameliza manualmente el azúcar que las recubre y las bases de su también popular Sant Honoré están elaboradas a mano por un pastelero, entre otros ejemplos. En la actualidad, Glas se ha marcado como reto llegar al pequeño consumidor ampliando las ventas en supermercados de todo el Estado−antes de la pandemia, el 80% del negocio se dirigía a la restauración− e impulsar la venta online. “Somos la tercera generación al frente de este negocio familiar y esperemos que pase a nuestros hijos”, dice Núria Casañé.

Un dulce icónico que no contiene naranja ni es tropical Una oblea con forma de naranja rellena de helado de biscuit y trocitos de almendras caramelizadas. Ni contiene la fruta que le da nombre ni es tropical, aunque desde que se creó en 1955 se ha convertido en uno de las especialidades estrella de Glas en Ponent. “Aquí sigue siendo uno de los productos más demandados y conocidos de la marca, todo un icóno que los leridanos han adoptado como suyo”, explica la directora de esta casa de helados, quien admite que el hecho de que se llame Naranja Tropical y no contenga este ingrediente dificulta su comercialización fuera de las comarcas leridanas.