Lleida registra 706 muertes más que nacimientos en seis meses

La mortalidad ha vuelto a crecer en las comarcas leridanas durante la pandemia, registrando el mayor saldo vegetativo negativo en años. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, en el primer semestre de 2020 murieron un total de 706 personas más de las que nacieron. Este saldo surge de la resta entre los nacimientos, que entre enero y junio de 2020 sumaron un total de 1.678, y las defunciones, con 2.384 en el mismo periodo del año.

La natalidad vuelve a registrar mínimos históricos en la provincia de Lleida y respecto al primer semestre de 2019 ha descendido un 4,4%, a la espera de conocer la segunda mitad de 2020, en el que se alargaron las restricciones por la pandemia del coronavirus.

De hecho, en los meses de abril y mayo se registraron más nacimientos en la provincia que en los mismos meses de 2019. En el resto, se contabilizaron descensos.

En cuanto a las defunciones, estas crecieron un 8,36% en el primer semestre del año y, según los datos del INE, los fallecimientos aumentaron principalmente en los meses de marzo y abril.

En el conjunto de Catalunya, la mortalidad subió un 32% entre enero y junio de 2020 mientras que el crecimiento vegetativo de la población es el más negativo del Estado en el mismo periodo. Si en 2019 la diferencia entre defunciones y nacimientos era de -3.597, en 2020 el decrecimiento se multiplicó por cinco, con un saldo vegetativo de -15.347. Los nacimientos en Catalunya en el primer semestre del año pasado se redujeron un 3,4%.

Paralelamente, la estadística del INE también señala que la provincia de Lleida ha aumentado el número de población residente, con un total de 436.063 habitantes a 1 de julio de 2020, 3.457 más que en la misma fecha de 2019 Una cifra que el organismo explica gracias al saldo migratorio positivo, ya que vinieron más personas del extranjero de las que se fueron. Así, se registraron 2.653 inmigraciones procedentes del extranjero y 1.775 emigraciones, lo que arroja un saldo migratorio positivo de 878 personas.