Tradiciones adaptadas a la Covid

Las tradiciones, si se pueden adaptar, no se frenan a causa de la Covid y se mantienen en algunos casos en un formato más reducido. Es el caso de la festividad de la Verge del Blau, en la que cada año se reúnen decenas de niñas y mujeres que llevan el nombre de esta virgen leridana, un homenaje que ha tenido que adaptarse a la pandemia. De esta forma, ayer la catedral de Lleida abrió sus puertas por la tarde para acoger las ofrendas individuales a la Verge del Blau. Aunque no se hizo ninguna convocatoria, fueron decenas las personas que se acercaron hasta el templo para dejar unas flores y encender una vela en honor a la Virgen. Este año tampoco se celebró la tradicional misa ni la merienda que organizaba la asociación Blaus Lleida. Las personas que acudieron al templo tampoco dejaron escapar la oportunidad de fotografiarse con la virgen leridana y ver de cerca el “blau” en la frente por el que lleva su nombre y redescubrir de nuevo su leyenda.

La entidad, que agrupa a 130 mujeres y niñas que se llaman Blau, resalta la importancia de celebrar este día como una manera de reconocer y promover el patrimonio, la identidad y el “valor material e inmaterial” que envuelve la leyenda de la Verge del Blau.

Según los últimos datos del Institut Català d’Estadística (Idescat), un total de 216 leridanas llevan el nombre de esta virgen. De estas, 207 se llaman Blau mientras que hay registradas cinco Maria Blau y cuatro Maria del Blau. En el conjunto de Catalunya, el Idescat tiene constancia de 326 personas que llevan por nombre Blau, entre ellas diez hombres. Un total de 315 se llaman Blau, de los que una decena son hombres, y otras cinco, Mari Blau y seis, Maria del Blau.

La Verge del Blau de Lleida, también conocida como Mare de Déu del Blau, era la imagen que estaba situada en la parte central de la Porta dels Apòstols de la Seu Vella, en el acceso al templo. Es obra del maestro de obras Jordi Safont y data del 1447. Cuenta la leyenda que cuando se estaban esculpiendo las imágenes que debían decorar la Porta dels Apòstols, el maestro escultor tuvo que irse de viaje. Con la intención de que no se pararan los trabajos, este encargó a uno de sus aprendices que esculpiera el rostro de la Mare de Déu.

Cuando regresó del viaje, el maestro se encontró con un rostro perfectamente esculpido y digno de admiración, por lo que tuvo envidia del trabajo de su aprendiz y, preso de la ira, al ver que este le superaba en técnica y habilidad al ser capaz de tallar el rostro que él había imaginado que tendría la imagen, lanzó un martillo contra la cara de la virgen con la intención de romperla. Sin embargo, la herramienta rebotó, mató al maestro escultor y causó un moratón en la frente de la Mare de Déu, que pasó a llamarse la Verge del Blau. Actualmente, la escultura se puede visitar en el altar principal de la catedral.

Esperan vender más de 25.000 ‘Cristines de Sant Blai’

Desde el Gremi de Forners de les Terres de Lleida confían en que las ventas durante el día de hoy de las tradicionales ‘Cristines de Sant Blai’ sean tan positivas como las del año pasado. En este sentido, esperan despachar más de 25.000. “Somos optimistas, la gente tiene ganas de celebrar algo”, indicó la presidenta de los panaderos, Pilar Marqués.