23-F: El homenaje en Lleida a Alfonso Armada que nunca tuvo lugar

El próximo martes se cumplirán cuarenta años del intento fallido de Golpe de Estado en que un grupo de Guardias Civiles asaltó el Congreso de los Diputados y secuestró a los parlamentarios en plena sesión de investidura del nuevo presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo (UCD) con el teniente coronel Antonio Tejero al mando. Detrás de la intentona golpista figuraba un entramado civil y altos mandos del Ejército encabezados por el gobernador militar de Valencia, el Teniente General Milans del Bosch, que decretó el estado de excepción y sacó los tanques a la calle; y el general Alfonso Armada, segundo jefe del Estado Mayor.

El intentó fracasó en menos de 24 horas en que se rindieron los asaltantes del Congreso y fueron arrestados todos los responsables después que la noticia diese la vuelta al mundo. Lleida no fue la excepción, y pese a que, en la edición del martes, 24 de febrero, se dedicase íntegramente la primera página de los diarios locales a informar del tema, en el interior no se hizo un gran despliegue informativo, aunque el cierre se aguantó para recoger la aparición del rey Juan Carlos, en TVE, a la una y catorce minutos de la madrugada. Sin embargo, a media mañana, apareció en los quioscos una segunda edición, monográfica, para informar de la última hora del suceso y la progresiva vuelta a la normalidad del país.

En La Mañana (el otro periódico de la ciudad en 1981 era el Diario de Lérida) sorprendía la información, complementaria si se quiere, en la que se recogían las impresiones de las esposas y el marido, de los cuatro diputados por la demarcación de Lleida secuestrados en el Congreso: Josep Pau (PSC-PSOE), Manuel de Sarraga (UCD), Jaume Barnola (UCD) y Maria Rúbies (CiU), que destacaban la angustia vivida en tan trágicos acontecimientos. También, fruto de la confusión en las primeras horas del 23-F, se recogía como clave la rendición de Tejero, la entrada de Alfonso Armada en el Congreso como mediador. Los periodistas leridanos tenían aún frescos los contactos con Armada si se tiene en cuenta que entre 1979 y 1981 había sido General Jefe de la División de Montaña Urgel número 4 y Gobernador Militar de Lleida.

Lo que probablemente se desconoce es que días después del intento golpista, iba a celebrarse la tradicional gala del deporte leridano organizada por el rotativo La Mañana en el ahora desaparecido Hotel Ilerda y en la que además de los premios "Quijote", "Sancho", "Dulcinea" y "Molinos" iba a rendirse un homenaje al general Armada por su decisiva contribución a la continuidad del, por aquel entonces amenazado, aeródromo de Alfés. La gala se celebró, pero obviamente el premio jamás se le entregó. La placa, de la que ahora mismo se desconoce su paradero, estuvo durante muchos años guardada en uno de los armarios del despacho del, en aquella época, director del periódico José Antonio Rosell Pujol.