La realeza británica, al desnudo

La duquesa de Sussex, Meghan Markle, confesó que durante el tiempo que pasó con la familia real británica tuvo pensamientos suicidas, al mismo tiempo que denunció junto a su marido, el príncipe Harry, el racismo en la institución monárquica británica e hizo una comparación entre su situación y la de la princesa Diana. Durante la tan anticipada entrevista emitida por la cadena estadounidense de televisión CBS, Harry y Meghan, en una conversación íntima con la presentadora Oprah Winfrey, también acusaron a la Casa Real británica de crear mentiras sobre ella.

La duquesa aseguró que se sintió “aislada, solitaria y carente de apoyo”, algo que motivó sus pensamientos de acabar con su propia vida, mientras que reveló que dentro de la familia real hubo preocupación por “cuán oscura sería la piel de Archie cuando naciera”, debido a la ascendencia de raza mixta de Meghan. En referencia a su hijo, Archie, el matrimonio detalló su preocupación porque no ha recibido ningún título real ni, en consecuencia, el equipo de seguridad correspondiente.

Meghan habló de los rumores sobre su relación con la duquesa de Cambridge, para asegurar que la historia “fue al revés”, y que fue Kate quien la hizo llorar antes de su boda, un episodio que la duquesa consideró como el comienzo “del asesinato de mi ‘personaje’” en la sociedad británica. Por su parte, Harry justificó la decisión de abandonar la Casa Real por miedo a que “la historia se repita”, en referencia a su madre, la princesa Diana, y por la “falta de apoyo y comprensión”, mientras que confesó sentirse atrapado “dentro del sistema”, como también lo están su padre y su hermano, añadió.

Sin embargo, en un fragmento inédito de la entrevista que la cadena estadounidense emitió ayer por la mañana, el príncipe reconoció que el racismo jugó “un gran papel” en la decisión de abandonar la Casa Real y mudarse a Estados Unidos. En este contexto, el príncipe cargó contra la prensa británica, subrayando que es “intolerante, específicamente los tabloides”.

“Lamentablemente, si la fuente de información es intrínsecamente corrupta, racista o parcial, eso se filtra a la sociedad”, señaló. De la familia real, que describió con la palabra “sistema”, dijo que es un “ambiente tóxico” debido a la “relación, control y miedo” que infiere la prensa sensacionalista británica.

En este sentido, dijo que “no está seguro” de si el príncipe William, segundo en la línea de sucesión al trono, quiere dejar el “sistema” de la familia real. Los duques también aprovecharon para anunciar que esperan una niña para este verano.

La pareja renunció al título de altezas reales y a cualquier fondo público

El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, dejaron de ser altezas a principios del año pasado, momento en el que dejaron de recibir fondos públicos a cambio de poder llevar una vida independiente. La pareja, que en la actualidad reside en la ciudad de Los Ángeles, tenía que devolver unos 2,4 millones de libras (más de 2,8 millones de euros) del dinero de los contribuyentes que se gastaron en la renovación de su hogar cerca del castillo de Windsor.

En un inusual comunicado personal, la reina Isabel II, abuela de Harry y jefa de Estado, anunció que, tras intensas conversaciones, se llegó a una solución “constructiva” que apoya los deseos de su nieto y la familia de éste.