Sociedad
El primer beatificado de etnia gitana era leridano
Cada 4 de mayo, en el santoral católico, se recuerda la figura de Ceferino Jiménez Malla, más conocido como "El Pelé", que a partir de 1997 se convirtió en el primer beatificado de etnia gitana, después de una ceremonia oficiada por el entonces Papa, Juan Pablo II. Tratante de ganado y de cerámica, Ceferino Jiménez, nació en Benavent (1861) aunque posteriormente su familia se trasladó a vivir primero a Fraga y posteriormente a Barbastro.
A Ceferino Jiménez le detuvieron en 1936 un grupo de milicianos en Barbastro al intentar defender a un joven sacerdote que iba a ser arrestado. Trasladado a la cárcel de la localidad aragonesa pesó en su contra, además de su acción, el hecho de que era persona de misa diaria, en la iglesia de los Misioneros Claretianos y que, en su casa se rezaba a diario el rosario. Cabe destacar que pese a ser analfabeto, "El Pelé" mostró siempre una gran preocupación por la educación de los niños de la etnia gitana. Tras ser declarado culpable, y negarse a renunciar a sus creencias religiosas, fue fusilado, el 8 de agosto de 1936, junto a 51 sacerdotes claretianos.
El Papa Juan Pablo II, en una elocución previa a su beatificación, declaró en el IV Congreso Internacional acerca de la "Pastoral de los Gitanos" que Ceferino Jiménez, en aquel entonces el único hombre con un proceso de beatificación abierto declaró que "El Pelé fue un gitano heroico hasta el mismo día de su muerte".
Cabe recordar que, años después, Emilia Fernandez "La canastera" (Tijola, 1914-Almeria, 1939) fue la primera beatificada, también de etnia gitana, de la historia.