Conducir con alergia incrementa un 30% el riesgo de sufrir un accidente
Cada año, más de un millón de personas acuden por primera vez a la consulta de un alergólogo. Actualmente, un 30% de la población padece alergia y los expertos apuntan a que en 2050 hasta el 50% de la población adulta estará afectada por rinitis alérgica. El principal causante es el polen, fundamentalmente el de las gramíneas.
El comparador de seguros de coche Acierto.com analiza cómo nos afecta conducir con alergia. En concreto, podría incrementar un 30% el riesgo de sufrir un accidente. De hecho, hasta el 75% de los alérgicos reconocen que la alergia merma su capacidad de conducir. Los motivos son diversos. Por ejemplo, sufrir un pico de alergia al volante con estornudos en cadena, ojos llorosos y moqueo reduce la atención sobre la carretera. Una secuencia de estornudos de cinco segundos equivaldría a recorrer 140 metros a ciegas (si circulamos a 90 km/h). La distancia podria ser mayor si tenemos en cuenta el momento previo al estornudo, durante la sensación de picor. Además, después del mismo hay otro lapso de tiempo hasta que recuperamos la atención sobre la carretera.
Cómo reducir los síntomas dentro del coche
Deben mantenerse las ventanillas cerradas y utilizar filtros para el aire acondicionado.
La limpieza del vehículo es imprescindible, pues el polvo contiene ácaros que pueden desencadenar alergias.
Las gafas de sol ayudan a reducir el lagrimeo.
Si vamos a emprender un viaje largo, es recomendable cambiarse la ropa (sobre todo si hemos estado en el exterior) y lavarse la cara y los ojos antes de salir. También evitar conducir por zonas húmedas o con mucha vegetación, con el fin que el polen no se acumule.
No automedicarse. Solo el 20% de los alérgicos está siendo o ha sido tratado por un médico. El resto no se trata o se automedica. Se estima que el 10% de los accidentes de tráfico se producen por un consumo erróneo de medicamentos que alteran la capacidad de conducir. Además, algunos fármacos pueden ocasionar somnolencia o mareos.
Evitar el alcohol durante estos días es todavía más importante, ya que beber puede potenciar los efectos adversos de algunos medicamentos. Los más frecuentes son la reducción de los reflejos y la somnolencia.
Intentar no conducir al amanecer o al anochecer, cuando las concentraciones de polen en el ambiente son más altas y revisar los niveles del polen, por ejemplo a través de la web de la Red Española de Alergología o apps específicas.
No fumar en el interior del vehículo.