Tres años de prisión para un exrector por haber fingido una boda
La Audiencia de Barcelona ha condenado a tres años de prisión y multa de 1.080 euros al exrector de la parroquia de Sant Vicenç de Castellet (Bages), David Vargas, por haber fingido la boda de una mujer con su expareja muerta porque ésta pudiera cobrar una herencia. Los magistrados le atribuyen un delito de falsedad documental e imponen también a la hija de la mujer, un año y medio de prisión y multa de 540 euros.
No obstante, los absuelve de un delito de estafa. Ambos deberán indemnizar a la familia de la víctima con más de 200.000 euros, y si no cubren esa cantidad deberá hacerlo el obispado de Vic. La pena impuesta es menor de la prevista al aplicarse el atenuante de dilaciones indebidas.
La viuda fue declarada heredera de la que había sido su pareja, aportando para ello el certificado acreditativo del fingido matrimonio. Según los magistrados, la mujer hizo testamento como heredera universal a su hija (también condenada). Su madre murió años después y dejó a su hija dos fincas y varias cuentas bancarias.
El valor total fue de 497.868 euros.