Nueve aspectos clave de una declaración de la renta marcada por la pandemia

El 2020 ha sido un año marcado por la pandemia de la COVID-19, que ha provocado un impacto histórico en la actividad económica a escala global. Una de las medidas que adoptó el Gobierno español para evitar la pérdida de puestos de trabajo y la supervivencia de empresas fueron los llamados expedientes de regulación temporal de empleo, conocidos como ERTE, así como|cómo, en algunos casos, la rebaja obligatoria de alquileres. Todas estas situaciones excepcionales, y también las novedades que se prevén cada año, tienen una importante implicación en la presente campaña de renta, durante la cual se tendrá que declarar el IRPF del 2020.

Dos de las profesoras de los Estudis de Dret y Ciència Política de la UOC, la Dra. Irene Rovira, profesora agregada de Derecho financiero y tributario, y la Dra. Ana Delgado, catedrática de Derecho financiero y tributario, responden en este artículo algunas de las dudas sobre esta próxima campaña y aportan datos sobre algunas novedades y particularidades de la nueva campaña de la renta.

¿Cuáles son los plazos y las vías para presentar la declaración de la renta este año?

El 7 de abril empieza el plazo de presentación por internet y el 30 de junio se acaba. La forma habitual de presentación de las declaraciones es electrónica, por internet, aunque otra opción es pedir a la Agencia Tributaria que nos haga la declaración por teléfono (a partir del 6 de mayo) o bien presencialmente en sus oficinas (a partir del 2 de junio), según comenta la catedrática Ana Delgado.

¿Qué gastos se pueden deducir en la declaración de la renta?

Aparte de las deducciones autonómicas, en el ámbito estatal hay varias deducciones o reducciones, tal como recuerda Ana Delgado: por maternidad, por familia numerosa, por donativos a determinadas instituciones, por contribuciones a planes de pensiones, etc. Los requisitos para poder aplicar estos beneficios fiscales varían en función de cada caso concreto, por eso es importante analizar detenidamente si realmente los cumplimos.

¿Las prestaciones recibidas por ERTO tributan en el IRPF?

La Dra. Irene Rovira apunta que, en efecto, estas prestaciones están sujetas a tributación en calidad de rendimientos del trabajo (como los salarios), igual que la prestación de desempleo (a menos que se opte por cobrar esta última en un solo pago con el fin de iniciar una actividad económica). Además, si únicamente se obtienen rendimientos del trabajo, sólo se tendrá la obligación de declarar si se han percibido más de 22.000 euros anuales sucios|brutos, pero esta cuantía baja en 14.000 si se han cobrado de más de un pagador que ha satisfecho más de 1.500 euros, como|cómo pasaría si en el 2020 se hubiera cobrado tanto el salario del empleador habitual como prestaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Una de las condiciones para aplicar la deducción por maternidad es haber llevado a cabo una actividad por cuenta propia o de otros por|para la cual se haya sido dado de alta o equivalente. ¿Cómo afectan en este caso a las prestaciones de ERTE?

La Dra. Irene Rovira responde a esta pregunta asegurando que, en el caso de la deducción por maternidad, las madres con hijos menores de tres años para|por los cuales tengan derecho a aplicarse el mínimo para|por descendientes pueden disminuir la cuota diferencial del IRPF hasta 1.200 euros anuales, cantidad que se calculará de manera proporcional en los diferentes meses en qué se cumplan las condiciones que se requieren. Y uno de estos requisitos es que, durante el mes, hayan llevado a cabo una actividad por cuenta propia o de otras por las cuales hayan sido dadas de alta en el régimen correspondiente de la seguridad social o mutualidad equivalente.

Y lo mismo pasa con respecto al incremento de esta deducción por maternidad por|para los gastos de custodia del hijo o la hija menor de tres años que se hayan abonado durante el año a centros autorizados de primer ciclo de educación infantil, ya que también se exigen estos requisitos. En este caso, el importe es de hasta 1.000 euros anuales.

Por lo tanto, si bien los ERTE parciales no tendrán ninguna incidencia (ya que el contrato de trabajo continuará vigente), se perderá el derecho a la deducción correspondiente y a su incremento en los meses enteros en que se haya percibido un ERTE total (ya que, como se equiparon por ley a las situaciones de paro, comportan la suspensión del contrato de trabajo).

Uno de los conceptos que se tendrá que declarar por primera vez en el IRPF del 2020 es el ingreso mínimo vital. ¿Cómo tiene que tributar?

En principio, el ingreso mínimo vital está exento de tributación, comenta a la Dra. Irene Rovira, pero su exención está limitada. A tal efecto, avisa a la profesora de la UOC, habrá que sumar las cuantías obtenidas durante el año por el ingreso mínimo vital más las prestaciones económicas establecidas por las comunidades autónomas en concepto de renta mínima de inserción, así como las otras ayudas establecidas por estas o por las entidades locales para atender colectivos en riesgo de exclusión social, situaciones de emergencia social y otras situaciones análogas. Del resultado obtenido, estarán exentos de tributación 11.279,39 euros, que es el resultado de calcular 1,5 veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) del 2020. El resto, si la cuantía resultante es superior, tributará como rendimiento del trabajo.

Sin embargo, Rovira recuerda que, aunque el ingreso mínimo vital resulte íntegramente exento, todos los beneficiarios de que lo obtengan (tanto el titular como los miembros de su unidad de convivencia) tienen la obligación de presentar la autoliquidación del IRPF correspondiente.

¿De qué manera pueden afectar a las restricciones a la actividad económica a la hora de calcular en estimación|estima objetiva el año 2020?

En este caso, señala a Irene Rovira, no se computarán a efectos del correspondiente cálculo de la base imponible los días en que estuvo declarado el estado de alarma durante el primer semestre del 2020, que estuvieron 99. Tampoco se computarán los días del segundo semestre del 2020 en que, estando declarado o no, se hubiera suspendido el ejercicio efectivo de la correspondiente actividad económica a consecuencia de las medidas adoptadas contra la pandemia.

¿Hay alguna novedad con respecto a los planes de pensiones y la declaración de la renta de este año?

Para la renta del 2020 (que se declara ahora), Ana Delgado apunta que no hay novedades, pero sí a la renta del 2021. La Ley de presupuestos generales del Estado para el 2021 ha reducido significativamente el importe máximo de las cantidades que se pueden invertir en un plan de pensiones individual, de manera que no pueden superar los 2.000 euros anuales en el caso del contribuyente, y, además, se han reducido las aportaciones que puede hacer el cónyuge hasta 1.000 euros anuales. Aparte, el límite máximo de aportación para la deducción a la renta en planes de pensiones de empresas se incrementa hasta los 10.000 euros.

¿Afectan de alguna manera en la declaración de la renta a los acuerdos entre la parte arrendataria y los inquilinos para rebajar el precio del alquiler a causa de la pandemia?

La Dra. Irene Rovira explica sobre este aspecto que, si para la gestión del alquiler la parte arrendataria cuenta con una persona contratada laboralmente y a jornada completa, las rentas obtenidas no se tendrán que declarar como rendimientos de actividades económicas, sino como rendimientos del capital inmobiliario. En todo caso, sin embargo, la norma de imputación temporal que opera con carácter general es que se tendrán que declarar todas las rentas que hayan sido exigibles durante el periodo impositivo. En consecuencia, siempre que la rebaja se pueda probar, sólo se tendrán que declarar las cantidades realmente reclamables de acuerdo con esta (motivo por el cual es importante dejar el pacto de la rebaja por escrito, firmado por las dos partes y adjunto en el contrato de alquiler pertinente como anexo). Además, si sigue vigente el contrato de alquiler, seguirán siendo deducibles los gastos generados y no procederá ninguna imputación de renta inmobiliaria.

¿Qué importe máximo de IRPF se puede tener que devolver?

Irene Rovira señala que el máximo siempre es el que ya se ha pagado a cuenta del impuesto de manera anticipada (sea por medio de retenciones, ingresos a cuenta o pagos fraccionados), con la única excepción de las deducciones por maternidad, por familia numerosa, por familia monoparental o por persona con discapacidad a cargo, ya que, en estos casos, como constituyen ayudas públicas tramitadas a través de la declaración del IRPF, pueden comportar la obtención de un pago no efectuado.