Conseguir ser viral, ¿pero a qué precio?
Selfies desde las alturas o balconing, selfies con fieras salvajes, peleas, retos peligrosos, vejaciones o conducción temeraria son sólo algunos ejemplos visuales que consiguen audiencia, viralització y atención del público. "Esta desviación digital circula libre y masivamente para|por las redes e internet y está justificada por el factor lúdico, libertario y expresivo, hecho que lleva que se cometan delitos para ser comunicados", alerta Myriam Herrera, profesora de Criminología de la Universidad de Sevilla en base a uno estudio de la autora de reciente publicación.
Entre las razones que pueden explicar que alguien ponga en riesgo su vida para ser viral está la “competición digital” que supone Internet. "Vivimos en una economía de la atención, competimos para llamar la atención, por lo tanto, si queremos disputarla necesitamos utilizar imágenes especiales, duras y desviadas", comenta Herrera, lo que se considera como "erostratismo digital".
Antonella, de 11 años, murió hace menos de un mes para seguir un reto viral de ahogo en Tik Tok; el secuestro de un niño con discapacidad a quien sellaron los labios con loctite y que difundieron a través de las redes son algunos de los ejemplos que se trataron a la jornada Selfies, acto-grabaciones y retos virales: el ocio desviado pone en Instagram, organizada por la Universtat Oberta de Catalunya (UOC).
Muchas de estas atrocidades ya pasaban hace años, pero ahora se publican y se hacen virales en las redes sociales. Estas narrativas visuales comunican historias a veces desviadas y crueles y consiguen gracias a la tecnología hacerse en muchos casos eternas y virales. La rapidez del mundo en que vivimos hace que "en internet, la eternidad es posible gracias a la viralitat", afirma Herrera. "Este ocio desviado se manifiesta de una manera especial en las redes sociales porque estos nuevos espacios han generado no sólo una vía diferente y nueva para comunicarse, sino otras formas de relacionarse que alteran la manera, los códigos y los efectos y suponen una alteración de las reglas que lleva a comportamientos desviados", añade Josep Maria Tamarit, catedrático de Derecho Penal e investigador líder del grupo VICRIM de la UOC.
Entre los ejemplos y tipologías de imágenes desviadas más comunes de este fenómeno en redes hay:
- Imatges de auto-puesta en riesgo: selfies desde las alturas, balconing, selfies ferroviarios, selfies con fieras o fauna salvaje.
- Retos virales: Se sigue el reto aunque suponga un peligro, por ejemplo se consumen pastillas contra la alergia, se pone cola en algunas partes del cuerpo (Gorilla Glue Challenge), quemarse la piel con hielo y sal (salt and ice challenge)...
- Imágenes de impacto cultural: selfie de trofeo, fauna silvestre, fotos de desastres, Aporo selfie (selfie que se hace frente a personas indigentes, borrachos, marginales) o de turismo oscuro.
- Auto-grabaciones delictivas: vídeos de violaciones grupales, pornografía de menores, palizas, actos vandálicos, conducción temeraria.