Las vacunas son seguras

Unos 34 millones de personas han sido vacunadas contra la Covid-19 en la Unión Europea y el Reino Unido con AstraZeneca y se han detectado 222 casos de trombosis. El número de casos se considera residual pero ha generado alarma entre la población.

¿Está justificada? La comunidad científica y médica de Lleida lo tiene claro: No. “Todos los medicamentos o vacunas tienen efectos secundarios y si leyéramos los de sus prospectos, no los tomaríamos”, manifiesta el médico y secretario del Colegio de Médicos de Lleida, Daniel Lacasta.

“Cada año se producen hasta 20.000 hemorragias por culpa de la Aspirina, pero lo que está pasando con AstraZeneca es que han habido demasiadas coincidencias, por lo que la gente se asusta. Aun así, hay que estudiar cada caso de trombosis y basarse en la evidencia científica, que asegura que los beneficios de la vacuna son mayores que los riesgos”.

Desde la entidad colegial, Lacasta manda un mensaje de “tranquilidad”, ya que “hay más riesgo de acabar en una UCI por la Covid que tener un trombo por la vacuna”..

A pesar de ello, los cambios constantes de criterio en la administración de la vacuna no están ayudando y dentro de la Unión Europea no hay un criterio único a seguir. En España, se ha limitado su uso de los 60 a los 69 años y, en Catalunya, ahora se administra a los de entre 60 y 65 años (más adelante se citarán las de 66 a 69). 

La confusión sobre el límite de edad y sus efectos secundarios han provocado que en los últimos tres días el servicio de Urgencias del hospital Arnau de Vilanova haya atendido a más pacientes “pensando” que tenían un trombo que por la Covid. “La gente tiene miedo y vienen personas vacunadas con dolor de cabeza”, explica el médico de Urgencias Oriol Yuguero, que señala que “en todos los casos, el dolor se ha ido con un Paracetamol, por lo que solo es necesario ir a Urgencias si el dolor es constante, se tienen náuseas y dificultad para dormir”.

Yuguero afirma que el viernes por la mañana atendieron a 9 personas con “sospecha” de trombo y 6 por Covid. Ninguna tenía un coágulo.

“Acabamos haciendo pruebas que no son necesarias y el miedo nos hará colapsar, pero hay que transmitir bien la información a la ciudadanía por parte de la Agencia Europea del Medicamento”. “Es peor no vacunarse y la vacuna mala es la que no se pone”, sentencia.

Hasta ahora, el 7,15% de la población de Lleida está inmunizada de la Covid y los hospitales no reciben a pacientes graves que estén vacunados. Al contrario, han atendido a enfermos con una dosis y síntomas leves.

TESTIMONIOS

«No sentí miedo, pero le tuve bastante respeto»

Casimiro Carrasquer. transportista / 62 años / Almacelles

“Trabajo como transportista y me citaron para vacunar- me, por motivo de la edad, el día 6 de abril en el pabellón 11 de Setembre de Lleida. No sentí miedo pero sí que le tuve bastante respeto. La primera noche tuve una reacción de fiebre, dolor de cabeza y malestar general, pero ahora estoy bien.”

«Tuve dudas pero cuantos más nos vacunemos, mejor»

Esther Vila. 25 años / Balaguer

“Trabajo en una farmacia y, cuando me dijeron que nos vacunarían con AstraZeneca, me surgieron dudas. Al final decidí ponermela porque, si queremos que la pandemia acabe lo antes posible, cuanta más gente nos vacunemos, mejor. Horas después de la inyección tuve fiebre de hasta 38,8º.”

«Era un poco reticente pero es necesario vacunarse»

Sergi Puigfel. policía local en Tàrrega / 40 años

Este agente de la Policía Local de Tàrrega recibió la primera dosis de la vacuna AstraZeneca hace aproximadamente un mes al ser considerado de un colectivo esencial. Sergi Puigfel reconoce que “al principio era un poco reticente a ponerme la vacuna contra la Covid pero enseguida, al ver que toda la gente se estaba vacunando, decidí formar parte del proceso, es necesario para conseguir la inmunidad colectiva lo antes posible”. Después de recibir la primera dosis, explica que “al día siguiente me sentí un poco cansado, aunque en general me encontré bien”. Puigfel añade que “ahora valoro positivamente haberme vacunado contra la Covid, pienso que tenemos que hacer caso de nuestros expertos y, sobre todo, confiar en la ciencia”.

«No tuve molestias, no se tiene que tener ningún miedo»

David Montáñez Lladós. Agent G. urbana / 39 años / Lleida

David Montáñez es, además de agente de la Guardia Urbana de Lleida, un gran aficionado a correr triatlones. “Ya recibí la primera dosis de AstraZeneca y no tuve ninguna molestia. No fui a entrenarme aquel día por precaución, pero me encontraba perfectamente. No se tiene que tener ningún miedo.”

«No dudé ni un momento en ponérmela»

Lídia Colilles. Psicopedagoga / 38 años / Solsona

Cuando tuve la posibilidad de ponerme la vacuna, por mi profesión, no lo dudé ni un momento. Es como un rayo de esperanza. Es verdad que tuve algunos efectos secundarios como dolor de huesos y fiebre durante unas horas. A ver qué pasará con la segunda dosis, pero sigo confiando en la ciencia.”

«Estaba preocupado por los síntomas, pero no tuve»

Narcís Drudes. 61 años. Lleida

“Hacía tiempo que quería vacunarme porque, por mi trabajo, paso cada día por farmacias y hospitales y, quieras o no, puede haber un riesgo más elevado de contagio. Estaba un poco preocupado por los posibles efectos adversos de los cuales hablaban pero, por suerte, no he tenido ningún síntoma.”

«La vacuna es una garantía para parar la Covid»

Marta Solé. Maestra / 41 años / Cervera

“Al día siguiente del pinchazo, cuando me levanté me encontré un poco decaída. A pesar de todo, soy partidaria de la vacuna, en las residencias se ha reducido el número de muertes. Pienso que es una garantía para detener la pandemia. De diez que somos en el trabajo, todas teníamos ganas de vacunarnos.”

«Es básico que nos vacunemos, aunque tengamos miedo»

Àngel Masanés. Empresario / 60 años / Guissona

“No las tenía todas conmigo porque escuchas opiniones muy diferentes. La víspera estaba para no ir. Al final pensé: que sea lo que Dios quiera. Todos los medicamentos llevan contraindicaciones. Pero hasta ahora no he tenido ningún síntoma y pienso que es básico que a la gente nos vacunemos aunque tengamos miedo”, asegura Àngel Masanés, de 60 años y de Guissona.

«Es mejor vacunarse que el riesgo de poder contagiarse»

Ramon Òscar Torrelles. Profesor / 51 años / Lleida

“Después de la vacuna me desperté de madrugada con dolor de cabeza. Me tomé un paracetamol y otro a media tarde. Fui a trabajar, aunque estaba chafado. Hay que confiar en los especialistas. Se ha hecho a toda prisa y hacemos un poco de conejillo de Indias, pero seguro que es mejor vacunarse que el riesgo de contagiarse

«Al día siguiente solamente me dolía el brazo y un poco de cansancio»

Montse Camí. 59 años

“Cumplo sesenta años a finales de este mes y vi que ya podía pedir cita para vacunarme. Soy diabética, por lo cual si me infecto de Covid puedo tener complicaciones y ni me pensé dos veces en vacunarme. Al día siguiente sólo me dolía la zona de la inyección y por la mañana estaba un poco cansada”. Ramon Òscar Torrelles

«Con mi mujer pedimos cita cuando se pudo»

Paco Guerrero. Pensionista / 64 años / Agramunt

“Mi mujer y yo pedimos cita el primer día que se pudo. Al día siguiente nos la pusieron en el CAP de Tàrrega. Mi pareja no tuvo ningún efecto secundario pero yo tuve fiebre y malestar durante la noche pero ya estábamos advertidos.

«Hay que vacunarse, lo pasé fatal cuando tuve el virus»

Berni Tamames. Agente G. Urbana / 47 años / Lleida

Berni Tamames, agente de la Guardia Urbana, exbaloncestista profesional y entrenador de base, estuvo el año pasado un mes y nueve días ingresado en la UCI por culpa de la Covid-19. Fue uno de los que se vacunaron el primer día. “Me pusieron la primera dosis de AstraZeneca y tan sólo tuve algunas décimas de fiebre como reacción. Ha pasado a más gente, pero fuera de eso todo fue bien. Se tiene que concienciar todo el mundo de la necesidad de vacunarse. Sé muy bien de lo que hablo porque lo pasé realmente mal cuando contraje el virus. Los riesgos que se forme un trombo no son más que los que puede tener un medicamento dependiendo de cada persona. Estamos hablando de porcentajes de poco más del 0 y pico por ciento.”

«No dudé, tenía claro que quería vacunarme»

Núria Rabell 21 años / Lleida

“Soy de Igualada, pero resido en Lleida porque soy estudiante en prácticas de Educación Primaria Dual en la escuela Camps Elisis. Cuando me llamaron para vacunarme no dudé, porque tenía claro que quería hacerlo. Al cabo de unas 10 horas empecé a sentir malestar y fiebre, pero los síntomas desaparecieron antes de 24 horas.”

«Entiendo a la gente pero los riesgos son bajísimos»

Miguel Martínez Baena. Trabajador social / 31 años / Lleida

Este trabajador social y árbitro de fútbol de Primera Catalana recibió la vacuna Pfizer. “Fue en febrero porque estaba ejerciendo entonces en el hospital Sant Joan de Déu. La segunda dosis me dejó un poco chafado, como cansado, pero fue todo bien. Recomiendo vacunarse. Entiendo a la gente, pero los riesgos de trombosis son bajísimos.”

«Tengo más miedo del coronavirus que de la vacuna»

Montse Vidal. 63 años / dtora. jardín de infancia / La Seu

“Me vacunaron hace tres semanas y no tuve ningún síntoma. Estaba convencida desde el primer momento y no he dudado nada en la necesidad de vacunarme. Tengo más miedo del virus que de la vacuna porque la Covid mata y yo no me quiero morir.” La Montse explica que a pesar de estar ya vacunada, vigila igual que antes. “Estoy mucho en casa, poca vida social, desinfecto manos y cuando llego a casa me cambio de ropa y desinfecto los zapatos.” Vidal opina que la logística de las vacunas es muy complicada y espera que a partir de ahora el ritmo mejore.

«De miedo, nada de nada. Yo me quería vacunar»

Joan Ramon Tarragó. 65 años / Linyola

“Nos vacunaron a mi y a mi mujer Montse a finales de marzo. El pinchazo ni lo notamos. Yo sólo tuve molestias en el brazo y mi mujer se encontró un poco mal, pero después de un par de horas en la cama se levantó como nueva. De miedo, nada. Nos queríamos vacunar. En Linyola tuvimos un brote y hay que estar precavido.”

«No tenía miedo de la vacuna, lo hice por solidaridad y respeto»

Josep Maria Pedrós. Agricultor / 62 años/ Montgai-Butsènit

“No tenía miedo de la vacuna AstraZeneca ni tampoco me lo pensé dos veces, cuando me avisaron con un mensaje en el móvil, pedí enseguida cita. Creo que ahora es la única solución a la pandemia y pienso que, si hubiera dosis disponibles, tendrían que vacunar las veinticuatro horas del día. Me vacuné por solidaridad y respeto para no contagiar a las personas de mi entorno. Recibí la primera dosis el 29 de marzo en el CAP de Tàrrega y a las 6 horas tuve unas décimas de fiebre y me sentí muy cansado hasta el día siguiente aunque el martes por la tarde empecé a encontrar- me mejor. Ahora me siento más seguro.”

«Todos los fármacos tienen algún efecto secundario»

Ivette Béjar. Estudiante de Medicina en la UAB

Me pusieron la primera dosis de AstraZeneca de un lote que retiraron y estuve dos días con 39,5 grados de fiebre y dolor de cabeza, pero después me recuperé. Todos los fármacos y vacunas pueden producir efectos secundarios y es por eso que en todo momento estuve tranquila.”

«La policía está en primera línea, toda precaución es poca»

Salvador Tuxans. Jefe de la policía en Mollerussa

“Recibí la vacuna de AztraZeneca a finales del mes de marzo y no he tenido efectos secundarios. Los policías tenemos un contacto directo con los ciudadanos, estamos a primera línea y se tienen que tomar todas las precauciones. Puede ser que tengas algunas dudas a la hora de vacunarte, pero hay que hacer caso de los profesionales que velan por nuestra salud y a las fake news no hacerlos caso.”

«No estoy tranquila pero hay que hacerlo por responsabilidad»

Raquel Porta. 34 años / Tecn. ed. infantil / La Seu

“A los dos días de recibir la primera dosis salieron noticias de los trombos y no estoy nada tranquila, pero nos tenemos que vacunar por responsabilidad y para conseguir la normalidad. El ritmo de vacunación es lento y no entiendo cómo dejan franjas de edad sin vacunar. Cuando me vacuné tomé paracetamol como prevención y sólo noté una leve molestia en el brazo”, afirma Raquel.