Los hijos de Jordi Pujol intentan desvincular al expresidente del caso de fraude a Hacienda

Este domingo el 30 minuts de TV3 emitió Pujol: els secrets d'Andorra, un reportaje de los periodistas Genís Cormand y Xavier Bonet que reconstruye el caso judicial contra los Pujol, que ha estado ocho años en instrucción. Entre 1980 y el 2014, Jordi Pujol mantuvo en secreto el dinero que la familia tenía en Andorra, una información que se hizo pública cuando el expresidente de la Generalitat emitió un comunicado en que admitía que había mantenido una cuenta en el extranjero que escondió a Hacienda durante más de tres décadas.

El reportaje, de casi una hora, repasa los detalles principales de la investigación e intenta recorrer el origen de 'la deixa' del abuelo Florenci, que sería la semilla, según la familia, de la fortuna no declarada en Andorra y por la cual esperan juicio. Los analistas que participan en este 30 minuts creen que este dinero habría crecido a través de corruptelas, aunque admiten que todavía hay muchas incógnitas.

El expresidente Jordi Pujol rechazó participar en el programa. Sí que lo hizo uno de sus siete hijos, Josep Pujol Ferrussola, que explicó la versión de la familia: que su padre no estaba al corriente de la gestión que hacían en su espalda: “Consigo una información que es cierta, que es que hay algunos miembros de mi familia que tiene dinero en Andorra. Algunos, porque por ejemplo mi padre no tenía, no ha tenido nunca”.

Josep Pujol Ferrusola afianza que el origen del dinero es la 'deixa' de su abuelo y padre del expresidente, que optó por dejarlos en el Principado teniendo en cuenta la situación política inestable que había en el estado español en 1980, cuando murió.

Finalmente la confesión pública de Jordi Pujol, el 25 de julio del 2014, no convenció ni a los expertos juristas ni a la oposición política. Jaume Asens, abogado de la acusación popular de Podem, ve puntos oscuros en el relato del expresidente: “|Cuándo Jordi Pujol hace su confesión y oímos a su hermana y otros familiares que no sabían nada de la 'deixa', sospechamos que sea verdad. Por eso presentamos la querella, no sólo por fraude fiscal, sino que pensamos que puede haber otros delitos como tráfico de influencias, soborno, malversación de fondos públicos...”.

A partir de aquí, el documental intenta explicar de dónde proviene la 'deixa', a través del contrabando de divisas que hacía Florenci Pujol. Sin embargo, a pesar de apuntar algunos de los tejemanejes que habrían hecho los hijos para engordar la suma de dinero, el reportaje se centra en la operación Cataluña i los movimientos de las alcantarillas del Estado para conseguir información contraria a los líderes independentistas. Josep Pujol denuncia chantajes directos del comisario Villarejo.

El reportaje reconstruye una de las operaciones con las cuales supuestamente se enriqueció Josep Pujol: el vertedero de Vacamorta, en el Baix Empordà, autorizado por la Generalitat en época de Pujol contra la opinión de los vecinos y, con el tiempo, de la justicia. Un recorrido por el mapa de Europa permite al espectador comprender las maniobras del hijo mayor|grande del expresidente para ocultar su participación, a través de empresas, pantalla en el negocio.

El reportaje también da voz al ex-conseller delegado de Banca Privada de Andorra, Joan Pau Miquel. Esta es la entidad dónde los Pujol tenían el dinero y está donde la policía española empieza las presiones. “Se sienta a mi lado, me abre un diario y me dice: ‘Lee eso con atención’. Básicamente lo que está escrito es: ‘El estado español está en guerra con el nacionalismo catalán, queremos información de las cuentas de Mas, Junqueras y Pujol’. Cierra el diario y me dice: ¿‘has entendido lo que te he preguntado’?”.

Unas presiones (personales y laborales) que, explica Miquel, tenían como objetivo que la BPA entregara de manera ilegal todos los datos confidenciales que tenía de familias catalanas vinculadas al independentismo. Al negarse, dice, el estado español cumplió las amenazas de tumbar su entidad bancaria y explica cómo acabó consiguiendo los documentos: “De las nueve a las tres de la tarde están trabajando sin autorización judicial. La celeridad en la obtención de esta información es inaudita y demuestra cómo el fin último de la policía española era obtener estos datos. Como el banco no le facilita la información que querían, fuerzan la intervención para acceder a la información”.

Excepto el testimonio de Josep Pujol, todos también concluyen que la sombra de la corrupción de la familia es grande. Admiten, sin embargo, que las incertidumbres serán muy difíciles de resolver porque la supuesta trama habría dejado muy pocas cosas escritas.