Relacionan el aumento de los contagios por COVID a las concentraciones de polen
En un estudio realizado por científicos de universidades alemanas, finladesas, húngaras y norteamericanas y en el que también ha participado la Universidad de Málaga
Los altos niveles de polen en el aire no solo son un peligro para los alérgicos, también pueden tener una mayor incidencia y contagios del coronavirus. Un reciente estudio, realizado por investigadores alemanes, señala que ante índices elevados de polinosis se observan mayores tasas de infección de COVID-19. El estudio se publicó el 23 de marzo en la revista estadounidense PNAS.
"Al estudiar la propagación del SARS-CoV-2, se deben tener en cuenta factores ambientales como el polen ya que una mayor conciencia de estos efectos es un paso importante para prevenir y mitigar el impacto del Covid-19", detalla Athanasios Damialis, investigador de la Universidad de Augsburg y uno de los autores principales del estudio.
En concreto, los expertos explican que las concentraciones altas de polen pueden provocar una respuesta inmune más débil en las vías respiratorias, lo que facilita la entrada de virus y la infección. Así, en días de mucho polen, se suele detectar un aumento del número de enfermedades respiratorias, entre ellas, la COVID-19. Aunque eso sí, solo en pacientes alérgicos.
"El día medio de aparición de la fase exponencial de COVID-19 fue el 13 de marzo de 2020", explica el estudio, "lo que corresponde, en promedio, a una concentración acumulada de polen de 1.201 granos / m3 hasta 4 días. antes (promedio diario: 240 polen / m3). En un diseño transversal para las 80 regiones en estudio, se encontró que la fecha de inicio de la fase exponencial por región se correlacionó positiva y significativamente con la cantidad acumulada de polen hasta 4 días antes.
Estas conclusiones se han obtenido tras analizar los datos de concentraciones de polen en el aire, las condiciones climáticas y las infecciones por SARS-CoV-2, así como la variación de las tasas de infección y el número total de pruebas positivas. Además, también se valoraron aspectos como la densidad de población, las medidas de contención y los históricos de registros del nivel de polen de más de 130 estaciones en una treintena de países. De todos los países que mostraron una correlación significativa de la tasa de infección con el polen, esta correlación siempre fue positiva, lo que sugiere que el mecanismo reportado para la exposición al polen sobre la inmunidad antiviral al rinovirus también podría estar influyendo en la inmunidad innata hacia el SARS. CoV-2.
Medidas de autoprotección
“No se puede evitar la exposición al polen en el aire. Por lo tanto, las personas de los grupos de alto riesgo deben estar informadas de que los niveles altos de concentraciones de polen en el aire aumentan la susceptibilidad a las infecciones virales del tracto respiratorio", advierte Damialis. El estudio aconseja que personas de alto riesgo recurran al confinamiento o la mascarilla en el momento en el que los pronósticos de polen marquen unos índices elevados.
"El uso de una máscara de filtrado de partículas cuando las concentraciones de polen son altas puede mantener el virus y el polen fuera de las vías respiratorias", recalca Claudia Traidl-Hoffmann, investigadora de medicina ambiental en la universidad de Augsburg y otra de las autoras del estudio.